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CONFERENCIAS DE GERONA,
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5 Antes que pafemos adelante ,
hagamo~
[obre
el
cafo eil:as tres reflexiones. La primera:
~e
es effo Señores Medicas, que es e/Io? Como
no lublan al' Enfe rmo de Sacramentos, ni aun
del de la Confefion , h;¡fl:a hallarfe defahuciá–
dos ? Como no ven lo illLH:ho que faltan
a
fu.
obligacion , atropellando con las Leyes de la Igle.
fia
?
Como no advierten las gravifsimas contin–
gencias
y
perjuicios
i
que exponen con fus dila–
cione?
a
las pobres Almas ? La fegunda: Como·
no los mueve
a
hablar de Sacramentos
a
los En.,
fermos la chriíl:iana importante conGderacion, de
que vale mas
que
fi
vayan al Ciclo ejpantados, que
fin e.fpantarfl
a
los Infiernos?
Corno no reparan;
que eíl:a mifma confideracion la ha de hacer ta-:
cir:1
e interiormente qualquier Enfermo ; como
expr'efamente la hizo
y
lo dixo el de nuefl:ro ca–
fo ? La tercera : Como fl1ponen por tan cierto,
que el avifo de haber de recibir los Sacramentos,
les llebad. mas prefl:o
a
la Sepultura ; quando
mnchifsimas veces los mifmos Sac ramentos, bien
recibidos, dan la falud corporal,
fi
afsi conviene
para bien del Alma? Como no ven que
a
dfe En–
fermo, que le tenian por deGhuciado, le han da–
do la falud los Sacramentos? Eíl:e fL1e el juicio
que hicieron todos, Proprios
y
Extraños, atendi-
. das todas las circuníhncias del cafo:
y
se que
a
atros muchos Enfermos ha fucedido lo mifi11o,
fegun noticias muy feguras. Merezcan
a
los
Medicas alguna efpecial atencior-
las exprefadas eficaces
. reflexiones.
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§.III.