A s s u n
T
o
XXII.
2
~
3
con las miÚ11as efperanzas. Y de aqui, qulnto es
de recelar, l]Lle muchos de ellos lleguen
a
recibir
el
Vjacico ,
íin
toda aquella buena d jfpoficion
que fe requiere,
o
que le reciban en mal dlado?
Y
a
veremos en la profecucion de
eíb
Obra , co–
mo de aquellos Enfermos, que mueren con todos
los
Sacr~mentos,
fon innumerables los que fe con–
denan ;
y
tengo por con!l:ante, que el principal
fi1ndamento en que e!l:riban bs caufas de fu con–
d.enacion, es e!l:a demafiada confianzJ, de que
no
moridn de aquella enfermedad, de que efeétiva–
mente mueren, como fe dira alli miúno.
19
Los. Medicos
gu~
ft.1elen tener efia
faca.,.
li.fsima conduda' de ai.limar
a
los Enfermos
COl}
demaGadas efperanzas , tal veZ: didn ; gue afsi
lo praélican, para obfervar la regla, que prefcri
7
bieron los Antiguos, de gue
el
Medico no ha de
~ontrijlar
a
los Enfermos.
A
e!l:o refpondo, lo pri–
me ro; que no. fe contrifl:adn mucho, ,G defde
el principio de la enfermedad ,
y
en el difcnrfo
de ella fe les va diciendo fuceGvamentc la ver–
dad del eftado en gue fe hJ!lan , recibiendo
afsi
la
noticia poco
a
poco' por partes'
y
·por fus gra–
dos fuceGvos, pues
jacula
qu~
prcevidentur,
minu1
firiunt.Empcro,G
efperanzados defde el principio,
hafta lo u!timo,felesagnarda
a
duel defe ngaño
ha{b. mas no poder; como entonces p:1Ún de un
extremo
a
otro, es natural,
q
fe hJ.n de cont rii1ar:.
y
efp~lnt~r
muchifsimo,
y
han de concebir unge–
nero de defpecho, por ver gue les han engañado,
dexandoles· llegar ran de ia1provifo al infeliz efl:J.-
,
17
do de de.Ghuciados . Efto es lo gue regL1l::!rmen te
.A
11
anto
9
·n·4•
fucede, dice
el
P. Echeverz,
y
lo que preten.dia
ev1-