278
CONFERENCIAS DE GERONA;
te ; porque
el
Enfermo tiene derecho de pregun–
tar
y
faber ei1:as noticias, por lo mucho que puede¡1
importarle, en orden
a
la buena direccion de fl1s
cofas efpiriwales
y
temporales, para
b
falvacion
de fu Alma: Y por configuienre
el
Medico (qu.e
por razon de fl1 F .culead efbl. obligado
a
faberlo,
y
que como
a
Medico, ha tomado
a
fl1 cargo
el
afs.iftirle en lo perteneciente
a
fll oficio) debe
!atisf..-:tcer
a
las preguntas, gue le hace el EDfermo,
' conducentes
a
·un fin de tanta importancia.
1
3
Aunque el Medico ,
{i
el Enfermo no fe
Jo pregunta, no efH. obligado
a
decirle nada de
dfo
(a
no fer que lo pida alguna caufa efpecial)
a.
exemplo de
lo
que fe did. en adelante) Jin
em~
,bargo, tiene
oblig~cion
de decirlo
a
los Parien–
.tes,
u
otros gualefquiera que le afsiften. Lo uno;
porgue eftos de ordinuicile piden
e
infian, que fe
lo
diga ;
y
en tal c::afo'
ya
fe ve' que
110
puede de–
xar de manifeftarles con Ílnceridad lo que com–
prehende. Lo otro; porque el Enfermo caíi Ílempre
.pregunta
a
fus Parientes
o
AfsifteDtes:
~e
ha di–
cho el Medico? Y afsi juzgue efie, como gne es
preguntado del Enfermo por medio de ellos; y·que
enterandoles Gnceramente del verdadero eftado
-en que fe halla, le refponde la verdad por
el
mif..
mo medio. Y lo otro ; porque
(
prefcindiendo de
t odo genero de preguntas )
{i
el Medico no decia.
a
los Parientes
o
Afsi11:entes el
juicio~
que fl1ceGva.
mente va haciendo de fu p
1
igrofo eftado, ellos,
a
impulfos del demafiado amor de la fangre, irian
enga ñandofe, y maoteniend al Enfermo en fl1
e n
0
aiÍ.o,de
q
no
hay
que temer, que no fed cofa de
peligro :
y
afsi el Medico feria caufa
u
ocaÍion del
im-