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<0vejita de este divin9 Pastor,
y
man-
1'8
y
humilde,
conozcalo
por
el
traje
humano,
que quiSQ
ve8tir para conciliar–
se nuestro amor, como el pastor que
vá
vestido de
~leles
de ovejas para que
éstas le sigan mejor, déle infinitas gra–
.cias
por
este beneficio, siga sus pasos en
fé, é
imitacion <le
su santa vida; oiga
los amorosos silvos, que continuamente
\'á
dando en su corazon, llamándolo
á
mas pet'feccion de vida; pídale que la
lleve por los pastos
y
aguas)aludables de
la verdadera doctrina, que le defienda del
lobo
infernal, etc.
Y
en estas conside–
raciones vaya empleando todo
el
dia de
la comunion.
CUAUTA.
Considera á Cristo como á Médi–
co,
á
su alma enferma,
y
pueio:to en su
presencia descúbrale todas sus llagas, mi–
serias
y
pasiones; especialmente las que
µ¡as le dominan. Dígale
10
1
que el lepro–
so;
Señor si quer.eis me podeis limpiar;
pues quered por vuestra misericordia.
Dí¡alc lo
que
el paralítieo:
Señor, no