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caridad
cÓntinua.
Verdadero
tutor
de mi vida: aparta ·de tu huérfano
•fa
vanidad , la inconstancia del es–
p'lritu , el extravio del corazon, la
· · murmuracion de la boca, la sober:
bia de los ojos , la gula del vien–
tre , los .oprobrios de mi pr6ximo,
las crueldades ·de la .maledicencia,
el desórden de la curiosidad, la con–
cupiscencia de los bienes, la usur::.
~
pacion de las cosas agenas, el deseo
de la vanág'loi·ia, las ficciones de
la hipocresía, el dulce veneno ·de
la lisonja, el menosprecio de los
pobres, la opresion de los flacos,
los ·ardores de la avaricia , la po–
lilla de la envidia,
y
la muerte del
blasfemo. Destierra de mi alma,
ó
Criador mio, la maliciosa presun•
cion , la inquietud , la ociosidad,
· la inaccion , la pereza , la dureza
de corazon , la ceg·uedad del esp'i–
ritu,
y
la obstinacion de mis ·senti–
mientos. Suaviza mis violentos hu–
mores, quita
á
mi voluntad la re–
sistencia que hace
á
tus santas ins–
piraciones,
y
á
mi entendimiento el
l)bstáculo que opone
á
los sabios