170
lor de haberte ofendido tanto ,-
Se
modera alg·unas veces por el rego·
cijo que yo siento en mí de que
la
paciencia con que me sufres, me
manifiesta la grandeza de tu
mi·
sericordia: porque ¿en quién, Se·
ñor, se ha manifostado mas que en
mí, que me he hecho tan indigno
de las gracias que me has hecho?
¡O
Dios mio ! confieso que no me
queda excusa alguna; yo solo soy
culpado de toda
las faltas que he
cometido , y no tengo para evitar–
las otro efugio que cot'responder
por tu amor á Ja cari<lad de que
·me has dado tantas pruebas. Pe–
-ro habiendo faltado
á
una obliga..
cion que me era tan ventajosa,
¿qué puedo yo hacer ahora, sino
recurnr
á
tu bondad infinita? Así
lo l:iago , Señor,
y
espero 9ue n<>
me desecharás, y que tendra.s
pie•
dad de mí.
·
OTRA ORACION.
p.
¡Quién convirtiera mis ojos
en
una
fuente
de
lágrima_s ,
para
q)Je