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ce el
Sacrificio como el
SacercTote; pero
con esta diferencia, que el Sacerdote
lo
ofrece por su propio mi nisterio, en
l ugar que el Pueblo lo Qfrece por el del
Sacerdote .
2.
Es
tas
de quie11es conoces
la fe
y
devocion ,
dan
á
entender· con qué fe
y
picdacl
se
debe
asi~Lir
á
es te augusto
Sacrifici o.
3.
Las sigu ientes manifiestan con to–
da claridnd los
fines por los quales es
ofrecido el Sacriflcio :
1.
por
lct
reden–
cion
de
stt
alma
,
esto es , por
el
per–
d on de sus
pecado~:
2.
por
lct
esperan–
za de
su salvacion
y .
co11serva ci1w,
esto
es, para alcanzal' todos
los bi.t'nes que
son necesarios para la otr:i dda ,
y
para
ésta : 3 .
y
q11e
se
tribu.ta¡¡
sus
votosi
aquí se contiene la adoracion,
y
la ac –
cion de gracias .
·
_'
4.
Estas palabras,
por sí,
ó
por
los
suyos , muestran la obligacion que te–
nemos <le pedir
los unos
por
los otro:;
en
el
Sacriftcio de la Misa ,
y
sobre
todo
p<'l'
los que nos tocan mas de cer–
ca, El Pneblo debe pedir en particular
por los que quiere
6
debe encomendar
se1íaladan1 en te
á
Dios, como es por el
Sacerdote que dice la Misa,
y
por to–
dos
los circunstantes.
( 3
r ) Esta
Oracion , que
e~
la ter-