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dén
:í
entender , qae
así
el Púehlo ro–
mo
el
Sacerdote hacen
á
Dios esta O ra–
cion ,
y el
ofrecimiento
que
le
acom–
paña ;
lo
quid
confirma
lo
4ue
se
ha.
re–
petido muchas veces, que la Misa es
tan
sacrificio del Pueblo
comó
del Sa–
cerdote.
Por
consiguienre ,
para confur–
marse el, Puehlo al espíritu de la Igle–
sia , debe hacer
este ofrecimiento con el
Sacerdote,
rezando esta misma oracion.
( 37 )
Esta Oracion es col\tiuua cion
de la
precedente
que
ha·ce
el
Sacerdote
en ·
nombre del
Pu cbló ,
c<i>mo
lo dice é l
mismo,
y
ya
qycda
notado.
Por consi–
guiente d\' be el PuE:blo uni rse- con el Sa.;.
cerdote
en
esta,
tomo
en
la otra ,
sít·–
viéndose de las mismas e.xprcsiones
de
que se
sin'e
el
Sacerdote.
Su sentido
es
como se si gue:
,,Supuesto., Se!'íor, que no aceptaste
,,en otro ficmpo propiciamente lus
sa cri~
,,ficios de Abel, de Ab ra bam
y
de
M el–
,,quisedech, sino porque estos
antiguos
,,Sacrificios
eran
figura
dd que
hoy
te
,,ofrecemos ,
y
que en esta
ateu ~ion
mi•
,,raste
con rostro favorable
á
los hom bres
,,que
los
ofrecian; te pedimos nos mi–
,,res
tambien· oon rostro propicio
á
noso–
,,tros, que te
ofrecemos
á
J~su-Christo,
__,,v}ctima figurada
por estos antiguos
Sa~
.,,crificios."
·