153
:por eHa
no~
dirigimos
:~ Dio~
con.
tanta
-~onn_anza,
q1·1e
110
tendria11103
!a
líbe r~
tad de rezarla, si el
n¡i~mo
Jesu -
Chr·i ~tQ
np
nos
lo
~u
biese ma
nd11do. Reza
la
lgLesia esta
Oracion
inm<'diatarpcn.~e
d
es-:pue.s de
la
<iccion
del Sacrificio ,
p
:1.ra.akamrnr con
m¡¡~
facilicad
el
efect..o de
ius
peti ciones pqr el mérito
de
la víc–
tüirn
santa
q_\1e
acap~
di::
ser ofredda
á
Dios; prrque la Ürl)cio11
del
Padre_
nuestro conti t' ne todo quanto se puede_
pedir
á
S\1
l.Vlagrst\)d.
•
Debe ·el Pueblo rezarla
en
particu–
lar con mucha
atencion
y
respeto ,
y
leyantar .su voz
111
fin par.a decir:
S1:rl
libera nos
á
malo,
mos libra
nos
el.e
mal.
1--
(
44 )
Fácilrpente
se ve
la
cont•x!on.
de esta Or11eion con la precedente. La.
última peticion del Padre nu estro es
esta :
111as
líbr(lrws de mo..l
,
la
qu.al,
como hemos probado , es el compendio
y
recapitulacion
de toda 'la
Oracion Do–
minical.
El
S11ccrdote
vuelve, pues,
á
ella sola,
y
la
extiende pídicndo
á
Dios
~n
nombrr de todo el Pu eb ·lo, que nos
libre
de
los
males
pasados ,
presentes
y
futuros,
que
son
los
pecado¡¡ ,
las
'.tentaciones
:1~Í
inter.iores como
e:<terio–
·res,
que nos inclinan al p'ecado ,
y
las
penas
teJnporale5
6
eternas , que
son
§onaeqüen~ias
del pecado• .Po.r esto
re~
~o