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la
paz
á
Dios por Jesu-Chrisfo,
á
fin
de
ser mas fác.ilmente oídos;
y
por lo
mismo nombra entre todos
los Santos
con especialidad
á
aquellos de qui enes
mas se sirvió Dios para soliéitar Ja paz
viva
á
los hombres: como son
la
Vír–
g en Santísima, que
fué
M ~d r e
del Dios
de
paz ,
y
los tres primeros de en tre
los Ap6stoles , que
la annn ci3ron
de
parte de Jesu -Ghris to
á
todos l os Pue–
blos del mundo.
En
fin , el Pueblo debe unirse con
el
Sacerdote,
y
lo
mejor es rezar esta
Oracio n en secreto con
él.
,
( 45 )
Estas palabras son una ben–
élicion que da el Sacerdo te
al
Pueblo
por el m érito de la H os tia que araha
de partir para él ;
y
por esta razon
di–
ciendo
las palabras de es ta henrlicioú,
hace tres veces la sefíal de la Cruz .con
.Ja
misma Hostia.
Parte el Sacerdote la Hostia
~
1.
pa -
ra imitar
á
Jcsu-Christo qu e partió
el pan sagrado ántes d e di strihuírlo,
y
para conformarse al uso perpetuo de
todas las Ig! C"sias del mundo d<'sde los
~µóstol es:
2 .
la partt' al fin <le
la
O ra–
cion, por la
qu~I
pi.Jeá
Díus Ja µaz
y
exencion de todos los mal es ' para da r
~
enti>nder que Jesu -Chri sto
fué
cru–
cificado en
l'a
Cruz ,
y
se da
á
.noso-