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duce la Iglesia todas las peticiones, con–
tinu ando esta Oracion á que nos
libi:e
Dil)s del pecado,
y
nos dé la paz.
A q11e
!IOS
libre del p ecado
,
porque
el
pecado es el único mal que hay,
hablando con propi edad ;
y
todos
los
otros males no son mas que conseqüe!l·
cias y p<:'nas de éste.
Que nos
dé
la paz,
porque la paz
es
el compendio de
todos
los
bienes;
y
á
esto se dirigen tod as las Cf>Sas del
mundo'
r
no
se puede pos eer la paz,
sino estando libre dt! la esclavitud
-del
p ecado :
toda otra paz es una paz falsa
:y
engaiíosa :
No hay
paz
para los im–
píos
,
dice el Señor.
Hace el Sacerdo te la SPríal de la
Crus
con la P atena ántes de d t>ci'r estas pa–
l abra s~
danos
la
paz ,
para dar
á
en–
t eudcr, que si no es por la Cruz
no
te–
.ne1uos paz, cuyo símbolo es la Patena,
porque
~s
el plato sobre que se pone el
Cuerpo
de Je u-Christo, que ha de ser
.di tribuido en sena! de paz;
y
por esta
.misma razon la besa el Sacerdote, quan..
d
dice
á
Dios estas palabras :
danos
Ja
pciz.
Emplea la Iglesia
la intercesion
de
.los
Santos,
y
señaladamente la de .
la
.Vírgf'n S11ntísirna,
de
San
Pedro,
de
Sau
Pablo
y
San An<üés_,
p.ara
_peqir