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senada por los Padres congregados ell
el primer Concilio genern l
tle
Nicéa,
para con fundir el error de
Arrio,
que
n egaba la Divinidad de J esu-ClH isto:
y
se reza en
la Misa d esp ues del Evan–
g e1io, para d ec lara r sol emnenwnte, q ue
creemos t odo lo que se acaba de •leer
en.
particular,
y
todo
lo
que
la
Iglesia
1:ree en genera l.
(
1
8 )
V
u
el
~·e
el
Sacerdote
á
sa
1u–
élar al P1) eblo '.
y
asegurado de
su aten–
cion por la respuesta , exhorta
á
los asis.;
'len tes
:í
qu e renu even el fervor de sus ora–
ciones , diciendo sucesivamente
Oremus.
( 19 )
M ezrb el Sacerdote e l agua
con el vino
para
h acer
l o que hizo
Jesu- Cbristo qu ando instituyó
la
Santa
Eucaristía
y
para represent ar el
mis–
t erio,
qne
quiso
figurar por esta mez–
cla,
q-ue
es :
1.
la uni on
Ha l
de
la
nat u–
raleza
llllmana con
la
nat uraleza d ivi–
na en
la
p<>rsona d el Hijo de Dios:
2.
la
uni on mistica de los F iel es con J esu–
Christo , su Cabeza : 3. el
agua
y
la
sangre qu e
saliéron
del cos tado de
Jesu–
t::h ri sto.
( 20 )
Debe el Pueblo
ó
decir estas
Orn ciones en
secr<>to con el Sacerdote,
ó
un irse interi orment e
con
él, para pe"'
dir
á
Dios lo que él
le pidP.
( 2
J )
Se
lava
los dedos el Sacerdo•