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('9 )
Di~ige
la
Iglesia
esta~
Orscion
tres veces
á
cada persona de la sa ntí.
sima
'I'rinitlad ;
y
por
esto
las
tres
se–
guiH.!as
se dirigen
á
nuestro
Se1for
J.
C!
El l'uchlo
debe decir
esta
Oracion con
grandes sentimie¡.¡ tos ·de humildad ,
y
con !:is disposiciones
dé
uh corazon pe–
netrado
<le sus miserias ,
y
q
tie pide
misericotdia.
( 10)
Esta
Oracion
es
un
H ymno,
cuyo pdnc1p10
le compusir ro11
l'os An–
gr·les,
y
lo enseñaron
á
Jos hombres,
y
lo demas
fué
cornpu _esto
por
la
Igle–
sia.
Debe rezarla
el Pueblo con el Sa–
cerdote ,
ó
cantarse
en el
Coro ,
si es
Misa
mayor
~
y
hacer! o mas
de
cora–
zon
que de
boca ,
y
con
todo
el
fer•
vor posihle: porque
éste
es
el espíri–
tu de la Iglesia. No se dice
este
Bym–
no en
las
Misas
de·
los difuntos,
y
en los
días de
pe11itencia ,
¡mrque Ja
I glesia
mira
esta Oraóon conio un cán–
tico
de
alegría
y
de
sole111nidad.
( 1 1 )
Al decir
estas
p~fabras
se
vuel ve el Sacerdote de cara al
Puebfo:
porque es
natural
mirará las
persom16
con
quienes-
se
habla ,
y
á
quienes se
saluda;
y
no
se vuelve quando dice
Oremus,
~ino
que levanta
los ojos
'Y
las manos ácia
el
Crucifixo ,
ó
a1:ia.
el –
Sautisímo Sacraiue'rtto
~
si está·
ra:tenctet