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!lcmos Ilt>garnos
á
él
con confianlla
y
éoñ
l!anto regocijo.
·
( 3 ) Hacen el Sacerdot!'
y
e-1 Pue–
blo la Confesion. gen-eral , desµues dé
haber
rez.ado
d
Satmo
42 ,
para
puri.
ficarse por ella de
}os
p¡;<.;ados ve11iales;
que pueden
impedir el
llega1·n·os
éon
confianza
y
regocijo al san to altar;
y
1e
dan
gnlpes
de
pecho
para
imitar en
esto
la
accton
del Publicano
que
alcanzó
r:ni-sericordia , reconocie!ld-0
qoe
era
¡>e~
cador , dáildose
gol pes de
¡)echo
en se–
:tíal de compuncion.
( 4) Dicen asi-mi·smo el Sacer.dete
y
d
Puehlo alternativamente la Confesion,
y
estas· Oraciones sacadas de Ja Sagrada
Escri·tura,
para pedir misericordia
á
Dios :
el Pueblo por las Or
ne-iones del
Sacerdote,
y
éste
por
las
cJ.elPu-eblo,
para
que ámbos
puedan ofrecer el santo
Sacrificio,
fiados
eu la
espeta11za
de que
atendiendo Dios
á
sus er"aáoncs
1
teadrá
Ja
bondad de purificar
á ámbos de los
pecados veniales.
( 5 )
Esta es
Ufla
re·dproca-
sal
u
ta..–
cion del
Sacerchite
y
del Pu eblo :
ex–
cita
el Sacerdote
al
Pueblo
á
que esté
atento p9r estas pala,bras:
El Sdcor sea
•on vosotros;
y.
el Pueblo manifies ta
Sil
atcncion par su respuesta :
Y.
CGI'/,
tu
,1;ptritu,
Así es n<eces&rio
renova-r
ent~n:..