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gestatoria. En este momento el Cardenal Arcipreste, ·
acompaña.dode dog Canónigos vestidos de gal3, presen-
t~.n
áSu Santidad
una
bolsa conteniendo treinta
J
olios
de orp,
y
le dicen:
Santistnio Padre, el Oapít,ulo
y
Ca–
nónigos de e.r:Jta
insigne
Bctsílica,
os
pi esentan esta
obla–
cion aco8tumbrada, por la misa
qne
acabais de cardar.
(offerunt presbyterium pro missa bene cantata.)
.
E l Papa acepta la ofrenda, pero la dá al Cardenal
Di ácono,
y
éste
á
su caudatario, quien la .lleva al Cap
tulo de San Pcdto, del
cual~l
recibe una suma deterq.
minada'.
A
XLIII.
VENEUACION DE
LAS RELIQUIAS.
1
.
El
cortejo se dirije al lugar preparado cop. bancos cu-. ,
biertos
de
tapiz, delante del altar, en la parte que
mira
á
la entrada de San Pedro. · Luego ·un . Canón
i–
go de la -Basílica con estola
y
guantes rojos aparece en
la trib\}na de la Verónica, dá
la
bendicion con las San–
t as reliquias del moGlo acostumbrado
y
las presenta al
pueblo, pero solamente á los dos costados de la tribuna,
y
no
por el medio, por respeto al Pontífice
que
se en .1
cuentra de ·frente. Despues de la veneraeion, el cortejo
se dirije
á
la gran tribuna
ó
balcon del Vaticano.
XLIV.
·
BENDI CION
PAPAL.
E l espectáculo mas importante
y
lleno de
magnifice~cia presenta en este dia
la
gran plaza del
Vaticano. El
crecido· número de forasteros
que
concurre
á
Roma á
la
Semana.
Santa
y
que se calcula pasa de veinte mil, se
afana por lograr un lugar en que poder colocarse
y
go·
zar de esta funcion tan mentada. Sobre la terrasa del
pórtico, que está
á
la derecha
y
contig-ua al Palacio
Ya·
ticano, se
for~an
galcria.s para los Príncipes
y
para el