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ae profeta
de.de¡;grnci:¡., y sin
~mb,atgo,
lo .he desempe·
~~~
0
ci~l0 a
~C~~~~~~~~~a hc~e:~~~n ~~~~~Ó~o~=:.~~n:~
rla; beseguido todos los pasos que se ha permitido dar
al Piamonte bácia Eom¡\, y lo gue M. de Fallo114 ha
llamado el
itinera,•io
ik
Turi~
4
~oma; h~
visto por
d~~~~:=~~a~~~~~
ta;,:
~n~~~"!~f:ci~~~~~e:~~!b~~ide
la Asamblea naciol\al en plena República, viva en las
palabras del general 9'lvaign,ac al{lxclamqr: "Es pre–
ciso volar en au.-.¡ilio del
Pad~e San~,"
y viva en las
primeras y nobles
declaracione~
de n\lestro Emperaªor
~~r1~~:Ja~~~o ~~fe=:!i'~:~eder~~to:rt;~~i~~J:3~st~
~~~ ~f~~~ae~~~,~~c~~olt:~nd:~e~~~~~~~\~~~uS~
t11s de la, casa y el jardín; despues me ]¡a parecido quet
el arma se hacia pesada al brazo que la llevaba; he. se·
guido los
<lia~.
J¡JaJ;cado jos
gra,<;lo~
y co1,1tado ln.s \l.o;ras,
y
católi~o
in¡¡uieto y ciudadano hun¡il.Jado, no me :J,fnna·
ba por añadir una pieza mas
á
eso.s autos cuyos jueces
serán Dios y la posteridad.
Tenia ademns otro m9tivo pa,ra tat·d,ar. No quer.ien–
do cesar de creer :(irlJ,lemente en la sinceridad del go·
biCI·no frunces, representado en la
.n~ociacion
que pre·
cedió al
Convenio
por M. Drouyn de Lbuys, he resuelto
esperar, oir y reflexionar antes de confesarme que
mi
pals, tantas veces
e9g~ñªdo
por el Pinmonte en los
negocios de
Italia~
a¡:a,bJ.lba de serlo otra vez y de dar
otro paso hácia el abandono completo del poder pon–
tificio.
Ahora, despues de la interpretacion que del Conve–
nio ha dado el Piamonte, ya no dudo.·
No hay dolor comparab)e al que se siente
al
adquirir
semejante convencimiento, y es mas penoso aun cuando
se ha llegado
á
In triste evidencia
á
tientas
y
al
través
de las tinieblas, al través de las horas, de largas horas
de incertidumbre, de ansiedad, de vacilacion
y
angustias
que no bastaban
á
desvanecer las embarazadas
y
supér·
finas
~xplicacio!!es
de un Ministro que hacia._ e¡¡fuvrzos,