El año que acaba de reunirse con los siglos que han
trascurrido, ha legado al año 1865 dos documentos desti·
nadas á ejercer una in.Buencia considerable en la situa·
eion presente de la Iglesia católica.
El 15 de Setiembre de 1864 se firmó entre el Empe·
radar y el rey Víctor Manuel un
tJonvenio,
por el cual
la Francia se compromete á abandonar, en el término de
dos años, á la I talia revolucionaria la custodia del Pon·
tificado.
El 8 de Diciembre de 1864, el Soberano Pontífice, el
Papa Pio IX, dirigió una carta encíclica á todos los
obispos del mundo.
El primero de estos documentos era político, y aun·
que interesaba poderosamente á la religion, pudo ha·
cerse sin consultar á los obispos, lo cual les dió mucho
que pensar y nada que decir.
El segundo de estos documentos es religioso, y a4viér·
tase que solo se dirigía á los obispos.
..
El Papa, al exhortarles á combatir con
ener~ía
en
torno suyo los errores que indicaba, les
d~jaba
¡ueoes
del momento, de la forma
y
de las explicaciones útiles
segun la necesidad de los fieles
y
las circunstancias de
los tiempos
y
de los países.
Ahora bien, este documento, comnnicado asi por el
Sobcrano Pontífice
á
los obispos, ha recibido por la via