Table of Contents Table of Contents
Previous Page  448 / 468 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 448 / 468 Next Page
Page Background

-46-

enseñndos por

h ,

I gles ia, sin dejnr, por eso, de

minnr secretamente la autoridad que garantiza la

unidad divinamente prometida á la misma I glesia;

muchos que hacían profesion de piedad, sin tener

la piedad verdadera hácia su Padre y Pastor por

excelencia, piedad cuyo fruto genuino es la

amo–

Tosa,

lnmzilde

y

pronta

obediencia; muchos que

creyeron posible el conciliar su orgullo con el ca–

rácter de hij os de la Iglesia Católica, que quisie–

ron, para decirlo de una vez,

ajusta?' paces ent?·e

01·isto

y

B elial

(1) , es trechados hoy por la necesi–

dad imperiosa de doblegar sus altivas frentes ante

el magisterio infalible del succesor de Pedro, re–

petirán aquella palabra infausta que, en mala ho–

m,

dij era el ·pueblo elegido:

non serviarn!

se–

rá la última respuesta de sus obcecadas men–

tes (2) , y será tambien

la 1·evelacion de los sec1·etos

pensamientos ele su com.c"on.

Y así el dogmn. recien–

temente declarado será

la serial de cont?·adiccion,

que os hnrá conocer á los modernos

falsos p?·ofe–

icts, que vienen

á

vosot? ·os con vestidos ele oveJas,

y

dent1·o son lobos 1·obaclo9·es. Po1• los

fr~dos

de ellos

los conocereis

(3 ) .

Es ta ruina, sin embargo, no se consumará sin

que el alma generosa del Padre comu.n de los fie–

les se sienta traspasada de dolor, á semej anza de

la ínclita Madre del Verbo humanado, á quien se

(1) Epist.

2~

de S. Pablo

á

los Corintios, Cap. VI,

v .

15.

(2) Profec ía de J eremí as, Cap. II, v. 20 .

.

(3) Evang. de S. 1\Tateo, Cap.

vn,

VV.

15

y

16.