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-196-

religiosos, donde

la

regla se extiende

á

todo,

á

~!;do

provee~

y

previene los extravíos

y los d

esórdenes. E l

poder rle Jos Prelados mantiene erlt.re ellos la regla y

la

reforn1a, st>rÍa

e{(-;

ctf'sear,

para la

felicidad

de los

hornbres, que sucedise lo mismo en todas partes .

En–

tre

ellos

sería fácil corregif' los defectos

y

reforn1ar

los

abusos de los que merecen censura: pero se les ataca

no

solo por los

abu~os,

sino

en sí

1nisrí1o&~

y

por

prin–

cipios que no pueden producir mas que

males:

se ex–

travía

á

los hornbres creyendo

hablarles

el lenguaje de

la humanidad

(l.)"

Se ha

repetido

tam

bien~

que los

institutos

religiosos

son

para

hoy

día

un

a11acronis1no ~

y

que

la sociedctd ci–

vil no ha 1nenesterr vi-rtudes 1nonásticas,

tales

corno

la

obediencia, la castidad,

el an1or

á

!a

pobreza~

la

hu~

n1ildacl,

la

caridad, la piedad

y

la religion

en

ejercicio,

ni rnaestros extranjeros que Jas enseñen;

sino extran–

)eros hombrres, no siervos de alg1tn hoynbr;"e; h01nbres que

tengan presente el siglo en

q~te

viven

y

le auxilien en su

progreso rracional.

Peregrina ocurrencia! rara invencion de progreso de

nuevo

cuño! Esto es decir, que el Evangelio para

nues–

tro siglo es un

anac-ronismo/

que la sociedad moderna

puede pasar su vida sin virtudes

y

sin rnaestros auto–

rizarlos que las enseñen,

y

que la

n1oral

cristiana

que

la ha civilizado

y

l.levado de _progreso en progreso

á

la

altura

en

que se haBa, es una rérnora pnra

el

nuevo

progreso rracional!

Comprendernos

este

lenguaje,

des–

de la proc1anHtcion de los llamados

principios de

1789

sornos espectadores del nuevo

prrogrreso racional:

lo he–

tnos

visto

subir,

por gradas

de

uadáv(•res

de

sacerdotes

y

reJigiosos

y

de ruinas de

ternplos~

á

su trono supre..,

m

o,

en que

se

ha

idolatrado

á

la

?~azon

en carrne,

teniendo

bajo sus pies al

verdadero

Dios

y

á

sü ilu stradora moral.

Sin rinda

en Ja

sociedad moderna

hay

un

c~nac?''Onis­

rno

y un

hecho viviente)·

hay un

p-rogreso

hácia atrás y

un

1?rroyrreso

hácia

adelant<-~;

un

progreso

h ácia

el pa–

gamsn1o, r¡ue es eJ verdadero

CfJnacrron'is?no

del

siglo~

y

un

progTeso

hácia la perfectibilidad cristiana, único

(1.)

En el lugar citado.