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Mlicntos,
solicitaciones lascivas, violencias,
celos, trai–
eiones, adulterios, desafios, suicidios
y
otrasmil cosas
a
cualtnas provocativas?
¿Y
cómo
están
compues–
tas,
y
de qué modo se ponen en escena estas tan de–
licadas
y
provocativas materias? ¡Ah
1
todo se reduce
á
menlims, adulaciones, caricias,desdeneS, truahanC'–
rías, palabras clisfi:azarlas, canciones
profanns,alo–
cuciones deshonestas, sales picantes,
agude7.as, mo–
vitnientos
y
saltos
extraordit1arios,
g
estos indecentes
é
indignos no diré de gente de honor, sino hasta de
gente soez
y
de haraganes, especialmente
pn
los sai–
netesy en los bailes- Allí se eslingue el fervor de l>t
la devooion; se pierde el horror al ''icio y el santo
temor de Dios;se dispone el alma para caer en el la–
zo del demonio,
y
se abren de par en par las puertas
del infier·no- ¡Oh sipudiera yo clecirt<> los religros que
hay y Jos pecados que se cometen en ellas, tanto por
parte de los concrtrrentes, como de los representan–
tes! ¡Ah
1
mezclados hombres
y
mugeres, estos y es–
tas jóvenes por lo regular, sin mucho r<o"ato, entre
los encantos de
la música,
y
con
la licencia que
se permiten muchos de los que concurren
á
estas reu–
niones, ¡cuántas delectaciones
tnOJ:osnsl
¡cuántos de–
seos impü.dicos! ¡cu ántos torpes amoríos! ¡cuántos
amancebamientos' ¡cuántos adulterios!· ¡cuántos!..
¡ay!...Po• esto diceS .Cipriano,quc los teatros son una
invencion del inrrerno, para frustra¡- la pasion deJe- .
sus y los dolores y merecimientos de María. Y
lo
peor.c¡ne hay en esta maldita invencion, es que, para
rngaiiar con 1nas
seguridad
á
los
incautos, se tras–
forma el diablo en ángel de luz, con el pretcsto de
que sus ganancias
serán
para
e-1
hospital, para casas
de beneficencia &a. y loi
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es mas
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con el pre-