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de ver y de ser vista, noserá casta. Bwen ejemplo te·
nemas de esta verdad enDina, hija del PatriarcaJa·
:J~b,J~~~~ios'ldatí/i~~s !~~~
'i:.s
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partió de su casa vírgen, y volvió
a
ella deshourada,
'igwiéndose de aquí un sio número de desgracias. A
toda clase de gente, dicesao Ambrosio, t1ebe ervir
esta instruccion, pero especialmente á las vírgcne•,
las cuales deberian estár retiradas, y deben abstrner–
se no solode ver, sino tambien de ser vistas.
7.
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Guárdate de los espectáculos, comedias, sa·
raos, bailes
y
reuniones nocturnas. Tertuliano para
manifestarlos enredos de solo los espectáculos, em·
pleó un libro entero: ¡oh, qué cosas dice de ellos!
me
acuerdo que entre otras cosas dice: que en cierta
ocasion habiendo ido una muger
á
los espectáculos,
quedó poseida dQ] demonio: al exorcizada, dijo al
maligllo espíritu:
In
meo eom inveni.
¡Por qué me
exorcizas y castigas? si yo he entrado en el cuerpo
de esta muger, es porque la he encontrado en terreno
y
lugarmio.
¡Comedias!. .. ¡oh! qué cosas dicen de ellas san
Juan Crisóstomo, san Agustin, san Cipriano! Escue·
la de la lascivia, les llaman, magisterio de la torpeza,
universidad de los vicios, fuente de todos los males,
peste de la república, oprobio del cristianismo y
un~
apostasía de la profesion que
rl
cristiano hizo en el
~anta
bautismo. Pero dejemos las autoridades, y exa·
minÍ>moslo con la razon natural.
¡Cuál es el objet<>
mateJ>inl 6 la materia acerca de la queversan lama·
yor pmie ele las comedias del dia1 ¡No es una ver–
liad clásica, que en muchísimas de ellas, si no en casi
tocino, se representan con la mayor viveza enamora.·