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I
3H
Tl\,\.TADO SESTO
OllACION.
Adórole, Cuerpo· <le mi Salvadot' Jesucristo,
y
bcndígote, que
por
ln
santa Cruz redimiste al mundo, redime, Señor, mi almaJ
:. Oh suave convite, en c¡ue es Cristo el manjar en que se refresca -
la men1oria de su Pasion , en que se llena el alma de gracia
y
en
que se dan prendas de gloria!
AL CALIZ DIIlÁS:
Dio~
mio,
y
Señor mio, habed misericordia de mí, que soy
grande pecador.
Y
o creo bien
y
verdaderamente lo qnc de este
misterio confiesa la Iglesia.
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre <le Cristo, emhriágame.
Agua tlcl Costado de Cristo, lávarne.
Pasion de Cristo, confórtame.
¡Oh
dulce Jcsns ! óyeme.
y
cn"tus llagas escóndeme.
No permitas que me aparte de
tí.
Dd
enemigo malo <lefiéndcme.
En
la hora de mi muerte llámame.
Y
rn:ín1bmc venir
á
tí, para que con tus santos,
y
esco]idos,
te
alabe por Lodos los siglos
<le
los siglos. Amen.
En
:ilzamlo, se prosigue
Cl
Cánon; dcspues de habct· dicho el
sacerdote algunas oraciones, hace conmemoracio11 de los fieles di–
funtos,
y
encomientla
á
Dios en particular
á
las áuimas del Puv–
gatorio.
El
oyente
lwga
lo mi smo, diciendo :
•
. 0 .1\ACIO.N.
Yo os ofrezco, Señor,
est~
santo sacriíicio por el alma Je N.,
y lo
q11c
en ell;i
11 0
liubi -~ rc
menes ter de satisfaccion lo aplico por el