![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0068.jpg)
54
VIDA DE CRISTO
á
los cautivos la libertad,
y
el recobro de la vista á los
ci gos, para que libre
á
los que están oprimidos, para que
publique el año dichoso del Señor,
y
el dia en que s hará
justicia (lsai.
61. ).
·
Habiendo leido este pasage, ro116 el libro que er un
rollo de vitela., al modo de los antiguo ; y empez ' á
mostrarles que aquella escritura se babia cumplido
n
su persona: habló con tanta gi:acia y · uncion ., y de un
1nodo tan persuasivo y tan divino, que no hubo uno que
no confesase que ningun hombre babia hablado jamás tan
bien como él.
Sin embargo, la cualidad del Salvador y de Mesías
que se había atribuido, chocó á muchas personas:
i
Cómo
es esto? decian.
i
No es ·este el hijo de José?
i
no sabe–
mos lo baxo de su condicion?
i
el hijo de un pobre ar–
tesano puede ser el Mesías?
i
es esta la idea que nos dié–
ron nuestros padres de un enviado de Dios que debe ser
el Salvador de su pueblo,
y
el que ha de e tableeer el
reyno de Israel? Estos pensamientos comunicado de únos
á
ótros empezáron á indisponer contra el Señor unos co–
razones exasperados ya de ante mano por una maligna en–
vidia. El Salvador, á quien nada se ocultaba, conocien–
do su mala disposicion, previno su murmuraciones y sus
quejas,
dicién~oles:
Sin duda me diréis lo del antiguo pro–
verbio: Médico, cúrate á ti mismo: si eres tan poderoso
en obras, como en todas partes se dice., y como tú quie–
res hacérno lo creer, sácate á ti mismo del estado pobre
en qµe vive , saca de miserias
á
tus padres, haz en fa–
vor de tus conciudadanos los prodigios que has hecho en
paises extraños, y no te olvides de tus compatriotas; pe–
ro yo os responderé con otro proverbio, que dice: que
ningun profeta está con aceptacion en su patria ; sed tan
dócile.5-' , y estad tan bien di spue tos
á
recibir mi doctrina
como los de Cafarnauo, y yo haré entre vosotros los mis–
mos prodigios.
Unos avisos tan saludables,
y
unas tan prudentes ins–
trucciones, tomadas por los de Nazaret como unas re–
convenciones que el Salvador les hacia, acabáron de exas–
perar aquellos malos corazone ha ta echarle tumultuo-.
amente de la sinagoga·
y
per iguiéndole de tropel hasta
fuera de la ciudad, que estaba edificada en el declive de