Table of Contents Table of Contents
Previous Page  376 / 404 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 376 / 404 Next Page
Page Background

362

VI DA

habi~ndo

comulgado el Emperador de mano del obispo,

se volvió á su sitial, edificando

á

toda la córte

y

á todo

el pueblo con su piedad

y

religion.

Acabada la misa, el Emperador acompañado del rey

de Bohemia

y

de HungrJa, su hijo,

y

de la archiduquesa

reyna de España, su hija, del obispo

y

de todo el clero

secular y regular,

fué á

la plaza mayor, donde estaba

puesto el trofeo de la inmaculada Concepcion,

y

en donde

se babia juntado toda la ciudad de Viena.. Habiendo ben–

decido el obispo la famosa columna, consagrada

á

la in·

maculada concepcion, se tocó, miéntras se cantaba

le–

tanía de la Vírgen, uno de los mas magníficos conciertos

por la música del Emperador, acompañada de las trompe·

tas, timbales, oboes, tambores y de una sal va general de

toda la artillería de la ciudad: quizá no se vió jamás ce–

remonia mas augusta, ni que honrase mas devotamente

á

la inmaculada concepcion de la Madre de Dios.

Despues de mediodía volvió á empezar la fiesta con

tanta pompa

y

celebridad como por la mañana ., por el

zelo

y

devocion de la emperatriz Leonor, viuda del em–

perador Ferdinando II. la cual quiso dar por sí pruebas

visibles de su tierna devocion

á

la inmaculada concepcion

de la santísima Vírgen, terminando esta fiesta con un nue–

vo espectáculo de los mas edificativos y pomposos que se

viéron jamás. Despues que la córte

y

el pueblo hubié–

ron pasado lo mas del dia en exercicios de devocion , se

vió al anochecer una decoracion que arrebató la admi–

racion de todos.: se ilumináron todas las casas de la ciu–

dad con fuegos y luces, en lo que cada particIJlar quiso

distinguir_se; pero lo que dió mas golpe, fue la estát-ua

en que se babia puesto á la Madre de Dios. La colum–

na llena de velas de cera blanca parecia ·arder toda: veía·

se un arco iris de luces que rodeaba la estátua de la san.

tísima Vírgen; y todas las ventanas de las casas de las

plaza estaban iluminadas con una infinidad de

hathas~

pin·

tadas en éllas las armas de, la casa de Austria. Este es–

pectáculo resplandeciente ;que duró dos horas largas . era

todavía mas augusto por la presencia del Emperador, de

la Emperatriz viuda, de los Reyes de Bohemia

y

Hungría,

de la Rey na de España

y

de todas sus familias, cuya de–

vocion animaba

á

la de.todo el pueblo. Todo este tiempo