Table of Contents Table of Contents
Previous Page  60 / 414 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 60 / 414 Next Page
Page Background

52

DOMINGO QUINTO

MEDITACION.

De la caridad que se debe tener con el próximo

P U N T O

P R 1 M E R O.

Considera, que

de~pues

del mandamiento de amar

á

Dios, no hay cosa que Jesucristo nos haya recomendado .

tanto como amar al próximo: parece ha querido poner

casi

á

nivel estos dos mandamientos:

Secundum autem

simile est huic: Diliges proxirnum tuum sicut te ipsum:

amarás á tu próximo como

á

tí mismo. Sin embargo,

quizá no hay precepto mas mal observado que éste.

i

Se ama al próximo como nos amamos

á

nosotros mis–

mos? Considerémos el amor que nos tenemos

á

nosotros

mismos;

y

fácilmente podremos comprender cuál es

el amor que tenemos á nuestros próximqs. ¡Qué atencion,

buen Dios,

á

conservar,

á

aumeAtar nuestro caudal! ¡qué

impaciencia para procurarnos un pasatiempo, un placer,

y_

todo lo que es del gusto de nuestro amor propio!

¡

qué in.dulgencia con nosotros mismos

!

¡ qué delicados

en puntos de honor ! ¡Con qué teson mantenemos nuestros

derechos

y

nuestros intereses! ¡qué cuidado no tenemos

de nuestra opinion

y

fama! Siempre alerta contra todo

lo que nos puede dañar: siempre industriosos en buscar

todo lo que nos puede acomodar, y en desviar todo lo

que nos puede inquietar y molestar. Nuestro amor pro–

pio nunca se sacia,

y

así siempre está pensando en co–

mo satisfacerse. Nuestros deseos crecen corí los años;

y

se puede decir, que nuestro amor propio nunca enveje–

ce. Este amor ardiente

á

nosotros mismos debe ser, se–

gun el mandamiento del Señor, la medida

y

como el mo–

delo del amor que debemos tener al próximo; hagamos

juicio por nuestra conducta

y

nuestros sentimientos del

amor que tenemos

á

nuestros hermanos.

i

Hubo jamas in–

diferencia mas comun, frialdad mas constante, insensibi–

lidad mas dura, olvido mas universal y mas conocido que

el que mostramos

á

nuestros heqnanos? ¡Qué insensibili–

dad en nuestros mas ligeros males!

l.

Nos son mas sensi-