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DESPUES DE PENTECOSTES.

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se imagina que la rusticidad es natural á la devocion, so–

lo porque se halla algunas veces en los que hacen profesion

de devows. La descortesía

y

falta de crianza es un defec–

to que la verdadera devocion condena : la devocion no

afecta un ayre de política; pero no rehusa, ni olvida nin–

guno de aquellos cumplidos

y

se,rvicios que pide la urba–

nidad

y

la buena crianza. Animada del espíritu de Jesu–

cristo, tiene horror al espíritu del mundo: hace una gue–

rra irrel::'.onciliable al amor propio, siendo su exercicio or–

dinario mortificar sus sentidos

y

sus pasiones. La voluntad

de Dios es el gran móvil que la hace obrar. Jesucristo cru–

cificado es el gran modelo que se propone: el evangelio

es su ley : la vida de los santos su escuela: la práctica de

todas las virtudes cristianas es á lo que se aplica,

y

en lo

que estudia. El pensamiento de la muerte 1a consuela: el

de la eternidad 1a ocupa ; el cielo es el único objeto de

sus deseos

y

de sus . votos. Una devocion estudiada

y

arti-

J

1

ficial camina por lo comun por sendas so1itarias y ex–

traordinarias. La verdadera devocion no sale jamás de su

estado. La humildad, la modestia , la mansedumbre, una

rnortificacion continua , una caridad sin límites, un deseo

puro de agradará Dios, una puntualidad suma en cumplir

con sus obligaciones,, una

fe

generosa

y

universal, una con-

fianza en Dios sin reserva , una perseverancia inalterable

y

superior á todos los acontecimientos; estos son los ras-

gos mas vivos,

y

las facciones mas naturales de la verda-

dera devocion: considera si la tuya es de este carácter.

PUNTO SEGUNDO.

Considera que para agradar·

á

Dios es necesario querer

la cosas en el mismo estado

y

órderr que Dios las quiere:

la voluntad de Dios debe ser la regla de la nue tra , así

como es el principio

y

orígen de todo bien. De aquí nace

que el hombre justo no arreglará jamás su condicion por

su devocion, sino siempre su devocion por la condicion á

que

Dios

le llama;

y

la hará consistir principalmente en

cumplir perfectamente con todas las obligaciones de su

es–

tado. Meaos ostentacion tle virtud, menos reforma en el

exterior, menos gemir obre la relaxacion de los otros; pe–

ro mas caridad, ina desinteres , mas buena fe, mas mor-