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DE.
CUARES.lVIA.
'!
lo ~
¡Qué de milagros! Jesucristo _llora, Jesucristo brama.
Es menester hacer esfuerzo para quitar la piedra: es me–
nester un mandato expreso del Salvador para hacerle sa–
lir del sepulcro. Haz séria reflexion sobre esta pintura,
que acaso será la tuya. Concibe siquiera
li~a
justa idea
del extremo'
péligro
.en que éstá
un
pecador que vh•e en
el hábito del pecado. Muy dificil es la conversion cuan–
do es menester uno de los }llayores. milagros P.ara con-
t
.
. , ,
¡ ,
f
ver irse.
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2
Preven los crueles remordimientos que despedazan
al pecádor
á
la hóra de la .
muE5tté :
ten ;u·na
vida
·Santa,
y
todo está' conseguido. Vive en graciá de Dios, si no quie–
res morir en pecado. Piensa 'á men.1,,1do en vida en estos
pesares tan capaces de llevar
á
la
desesperacion. Mira
esta Cuaresma como
si:
fuera
l~
última que ·has de .ver;
pásala en todos los exercicios de penitencia que"imdietes:
ayuna exactamente: acompaña- eslia mof.üficacion de la
carne
d~
alguna otra mortificacion interior. Da limosna
para redimir tus pecados. ¡Cuántas personas, que leerán
todo
esto, no verán el fin de este
año!
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'l'om.
11.
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