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DE CUARESMA.
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cion, que -llamaban ·la ley de boca , porque no les habia
sido dada por escrito, y era un monton de supersticio–
nes que los fariseos hacían ostentacion del observar, las
cuales consistían en las glosas
ó
interpretaeiones que los
doctores daban al texto de la ley escrita, que eran ·pu·
ras invenciones de su espfritu
y
de la corrupcion de su
corazon. Dios dixo, que se debía honrar
y
asistir al pa–
dre y
á
la madre: lé!. glosa
ó
interpretacion decia: Ofre–
ce
á
Dios
lo que tu padre necesitado podia esperar de
ti,
y estarás dispensado de asistirle. Entreranto los fari–
seos intere'sados y avaros se ' aplicaban
á
sí mismos estas
ofrendas hechas
á
Dios. Así entienden los santos padres
este pasage del
~vangelio.
El Hijo de Dios, queriendo ha–
cer ·_paténte la hipocresía y n:ialignidad de una censura
tan 111al fundada en unas gentes que yiolaban sin escrú–
pulo las mas santas leyes, les respondió:
i
Y por qué vos–
otros quebtantais los mandamientos de Dios por una tra–
dicion tan mal
concebida~
A
este .modo no faltan gentes
que óbservari escrupulosamente ciertas
prácti~as
exterio–
J"eS de religion, descuidando de las' obligaciones mas esen–
éiales·· y m?s indispensables. La ley dice expresamente:
Honra·
á
tu
padre y
á
tu madre; esto es, asísteles en sus
necesidades con tus bienes; y añade: El que ultrajare
á
su padreó.
á
su madre, sea castigado con pena de muer–
te. Vos9tros ·a1 contrario, cuando vuestro padre
ó
vues~
tra madre vienen
á
pediros socorro en sus necesidades,
os contentais con decirles: He consagrado al Señor todos
mis bienes,
Yfl
no son mios: lo que yo puedo hacer, es
admitiros
á: .
la participacion del mérito de mi ofrenda: lo
que
yo
he consagrado
y
ofrecido os aprovechará igual'..
mente que á mí:
munus quodcumque est ex me, tibi pro–
derit;
y por este desprendimiento especioso, introducido
por una cruel avaricia,
y
autorizado con una reciente tra–
dicion, lo dexais morir de hambre
y
de pura miseria.
Los fariseos por un espíritu de interes persuadían
á
los
hijos á que consag:•Han
á
Dios
y
al servicio del templo
lo que estaban obligados
á
emplear en la manutención.
de sus padres, pretendiendo que despues de este don y
de este pretendido sacrificio de sus bienes, de que . éllos
con este motivo se arrogaban el uso, estaban dispensa–
dos de una obligacion tan esencial,
y
que
á
Dios tocaba