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MIÉRCOLES

SEGUNDO

tonces son partes del sacramento , son de mas alto pre–

cio

' .Y

reciben un, nuevo·

in·étiro_.

Náda .mas

á

propósito

para pagar las

d~udas

9ue

h~mos

contra1do con Dios, que

esta suerte de sausfacc10n-; siempre

~s

de su gusto, pues

el Señor es quien la elige. Estemos seguros que esta es la

moneda con que quiere .ser pagado, por decirlo así, en esta

vida. Un poco de paciencia, de sumision, de alegría en

la'S adversidades inevitables de esta vida nos traeria in–

finitas utilidades, no por eso

padeceríam.os

·mas; antes

bien padeceríamos menos, pues padeceríamos con menos

tristeza,

y

el

prov~cho .~ue

nos resultaria, nos indemni–

zaria con ventajas . de la pena que sentiríamos.. ¡Cosa ex–

traña! se siente todo el peso de la cruz, se ·experimenta

su amarguFa,

y

por fg.}Ja de un poco

de

pacien_cia, de.

buena voluntad

y ·

de industria,

s~

pierde todo el

fruto

que se pudiera sacar.

JUEVES

- •

' .._

• ;

J

\

f

SEGUNDO

DE CUARESMA.

Para

~l

introito de la misa de este día

ha

escogido

la

Iglesia el principio del salmo

69,

el cual es aquella intere–

sante súplica que la lglesia pone á la cabeza de todos sus

ofi cios,

y

con la cual pide á Dios su asistencia y su ayu–

da particular .en todas las oraciones que hace; para dar–

nos

á

entender con esto la extr:emada necesidad que tene–

mos de la gracia ," sin la cu'al ninguna accion, por loa–

ble que sea, puede ser merit-oria pará el cielo.

Deus, in

adjutorium rneum intende; Domine,' ad adjuvandum me f'es–

tina:

mirar, Señor, la ·necesidad que tengo de vuestra

a

y

uda; daos priesa de venir á ayudarme.

Confundantur

et revereantur inirnici mei, qui quce.runt animarn meam:

cu -

brid de confusion

y

de ve'1 güenza á los que buscan

mi

alma para robármela. Cuand:o David dirigia á Dios esta

oracion era en tiempo que se veia perseguido por su hi–

jo Absalon. Ya hemos dicho en otra parte, que la Igle–

sia gobernada en todo por el Espíritu santo, ha tenido