Table of Contents Table of Contents
Previous Page  281 / 356 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 281 / 356 Next Page
Page Background

DE CUARESMA.

-

.

1

JACULATORIAS PARA ENTRE EL

DIA.

A mplius lava me ah iniquitate mea, et

d

peccato meo mun-

da

me.

Salm.

50.

.

Borrad ,.Señor ,_mis mald_ades,

y

si fuese tan dichoso que

esté ya purificado, lavadme y limpiadme todavía mas.

Q,uomodo possuríi hoc malum [acere, et peccare in D ominum

meum?

Genes. 39.

i

Será posible,

Dios

mio, que pase yo jamás

á

cometer

un tan grande mal como el

ofenderos~

PRO

P.OS

!TOS.

Huye· del pecado ·c·omo de un

drag~n,

dice el Sábio,

por–

que si te acercas

á

él, te morderá.

De hoy en adelan–

te no tengas horror sino al pecado. Las enfermedades, la

pérdida de los bienes, las adversidades y todas las de–

mas molestias de la vida, rnerec€n poco el nombre de

mal., pues todo' esto puede ser.

Ütil.

Nada desees, nada

emprendas sin este saludable temor.

Haz

muchas veces

al dia,

á

lo menos todas las mañanas esta bella ora–

cion de

la

Iglesia:

Domine D eus omnipotens

,

qui ad prin–

eipium hujus diei nos pervenire f e.cisti: tua nos hodie sal–

va virtute, ,ut in hac die ad nullum declinemus peccatwn,

sed semper ad tuam just.itiam faciendam ·nostra procedant

eloquia, dirigantur cogitationes et opera: Per Dominum nos–

trum Jesum Christum.

Señor Dios omnipotente, sálva–

me hoy .por tu gracia para que no cometa ningun peca–

do, sin:o que todos mis' pensamientos, palabras

y

obras

se dirijan

á

cumplir rus preceprnsy tu voluntad: Por nues-

tro Señor Jesucristo.

:

No basta tener horror al pecadó, es menester tam–

bien procurar inspirar este horror

á

todos los que est án

baxo nuestra conducta. La rnayor parte de los hijos se –

rian tan santos como san Luis, si todos los padres fue–

r an tan religiosos corno la reyna doña Blanca. No se pa–

saba dia en que no dixera muchas veces al jóven Rey:

Hijo mio, mucho te amo: sin embargo, mas quisiera ver–

te muerto que saber que habias de cometer un solo pe–

cado mortal en toda tu vida. Aprovéchate de esta ins-