![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0145.jpg)
DE
CUARESMAA
mos
ro
que estamos obligados á hacer· por· tma familia,
para cumplir con las obligaciQnes
.de
un . ~mpka,
para ha–
cer una fon una bien caduca en la guerra, en el comercio,.
en el servicio de un amo impertinente, dificil, caprichu–
do, para complacer
á
un amigo, para obli gar
á
un in-.
gra to, para conseguir, fama
y
nombre en el mundo. ¡Cuán–
ws trabajos hay que sufrir! ¡c_uántos. disgustos que pasar!<
¡.cuántas pesacfümbres que tragar!. ¡qué. sudores.! ¡qué des.:.
velos! Se. gasta mas de lo qhle se puede, se con.sume la.
salud, se' abrevia.o los dias,
y
todo las mas veces sin pro–
vecho.
¿
1
A qué precio tan alto no estari:a la salvacion, se-.
gun la opinion misma de los mundanos si para conseguir·-'
l'a,
fuera preciso ' hacerse
1
tantas violencias?
i
y
aespues
de esto, se tiene 'por demasiado lai:ga una Cuaresma, por
d
emasiado duros algunos días de abstinencia
y
de ayuno,
y
p.or,impracticable la mer10r morti
ficacion por Dios! Es–
t a
moscubiertos de· lepra, estamos
cargad.osde pecados:–
la iniquidad nos hace. horrorosos: s
e nos dice,
Lavare, et
rnwndave'ris .
Jesucristo · nos hace un baño. saludable de su
saove: se nos exhorta
á
recurrir al sacramento de la pe–
nitencia, por virtud del cual pod,emos recobraF la inocen–
cia,
y
rehusamos servirnos de estos medios. ¡Pero qué
reconvencion mas cruel
y
mas justa que la que se puede
hacer
á
bastames personas religiosas, que obligadas por
su stado
á
aspirar á la perfeccion, despues de haber he–
cho todos los gastos ,,se arrastran indignamente toda su
v.
i–
da p r el polvo de una vida tibia, perezosa, imperfecta,
i:cligrosa para la salvacion,
y
esto por no hacer caso d€
las mas li ge ras 0bservancias
t
Á
esta persona que lo ha
dexado todo por Dios, no se le pide otra cosa que un po–
co mas de recogimiento interior, un poco mas de puntua–
lidad, la observancia de las mas pequeñas reglas, para
~ustar
de las dulzuras de su estado, para gozar de la ma.s
dulce paz, para
a: egurar
la mas preciosa muene, para
coger todo el fruto de su gra'nde sacrificio;
y
la ma or
parte quieren mas gemir toda su ':'ida en
Ja
humillante
amargura de su relaxacion, que procurarse todas esras
ventaJa'i, observando lo que éllos mismos llaman menu–
dencias :
Si te hubiera or·denado una cosa árdua, la debie–
ras
hahe1· hecho: ?,cuánto
rnas
le debes obedecer, r;uando
SQ–
lo te ha dicho, Lávate,
y
quedarás limpio?
14