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262

DOMINGO .DIEZ Y

SlETE

Ser

llámad0 al

r·ri~ tianismo ~s

ser ·llamado

a

una ,santi–

dad

~min€'nte;

¡

que inocenciá,

qu~

pu.reza

<;le

CO$turn-¡

hli€s,

q~e

Jfegularidad de

conducta no exige

de

todos los

fiele~ :

la augusta qualidad de cristianos

!

Sed santos , co–

mo es·santo vues tro

Padre

celestial ·; la

santidad

.del mis–

mo

DiÓs

~s

el

moqelo

.q!;le

~e

DS'S .

p.n>póne

Que

1

pu reza

mas ,pecftX!taJ!

EJ la

copdfna ·ha~ta c

...

el

meno1\ p seo impü._ro,–

hasta· el

-mem,Gr.:

llens¡¡;Q1ílea_to

r..:ti[l'J,in~l. <Qui~re

.el

apó..~to]

" qiJJ'

n i i aun~.se· s~.¡>a ,el;g~mhpe ,

tfe

. 1~ im~t¡u:eza, .:

·

lve,c

nomi–

netur

1

irr -vobis.

¡·Que

m0rtifiG?

I.ci<

?fJ

ma$.

cons t.á~te

de

•to–

dos ,los sentidos

!

¡

Que

;,nodesiia r,

qu~

cifqm§peccion;

9ué

reser~a

!

N~o

ha.y

vici,o . qu~

q.o .est#

pvq_s,c

rjpto;, ni

hay

1mper fecc10n

que1no..

sea

?(?9nd<tHada.t ¡

-O.ue

amofi

de Dios

mas

perf~cto

!

¡Que

t:arrid.a.d-J ~Ón-

-c:l

prénÜHJQ

1

Jll~S

uoiver:–

sal

y

mas sincera

!i

¿

Húb6.jarñas idea

de ·

pc!Í fecdon mas

sublime

que la

que

nos da nuestra reJ.igion,

que,

!a que

nos

da .el evangelio1 No hay

cristiano

<JUe .p0r

su

NO~ac)qo

al crist' anismo no

esté

obligado

a

a~pirar

cor}iinpamente

a

~sta

perfección.

Este

es/ el espíritu de la

lef- ;

es;teÁy

no

Qf~o, es itl

;espídttr. de Jesucristo. Ajustad

est~

espíritµ con

d .de'

m.und0;

a-j'Y\Stad·

esta

obligacion

a

ten~r

una

vida

tan

santa, con la vida regalona, con la vida mundana de la

mayor parte de Jos cristianós.

. ,

,

..

'Secl.

p.elifo:_ctamenle humildes ·, suaves, pa.cientes

1 ,

so–

po

táindom

unos

a

ocros con caridad:

Soportántes ínvicem

in·

ck·aritdte,

rExplica aquí San Pablo mas por menor

las

principales virtudes

a

que

le

obliga

su vocacion

a

la fe:

pone ,

y

con razon , la

humildad

a

l~

frente

de .las virtu–

des

cristianas;

eomo que es el

fundamento_

de todo el edi·

ficio· espiritual,

y

de

la...

perfeccion_cristiana. Esta virtud

ignorada de. los filósofos-, dice San Agustin, poco cono–

cida de

los jud íos, menospreciada de Jos mundanos,

es

tan

necesaria para la sal vacion , que sin ella las mi§'fuas virtu-.

des se convier ten t;n vicios. Sabia muy bien el apóstol,

<jUe

qu.;ndo uno es humilde, suave, aJable,

p~ciente

so–

porta fácilmente

a

los otros con aquella caridad compa–

siva

y

preveniente, que no puede subsistir donde reyna la

s'oberbia:

Solfciti serváre unitdtem spiritus in vínculo pa–

cis

:

Procurando

tener

unidos

vuestros espíritus con el

v í.nculo

o

lazo

de la

paz.

Vivid entre vosotros , como si

todos no tuviéseis sino un corazon

y

una alma:

Cor

unum,

&