SEGUNDO
JUEVES
MEDITACION
Del infierno.
P U N T O P R 'I M E R O.
e
onsidera qu e
á
fuerz a de oir hablar del infierno' no
aco tumbramog insensiblemente
á
esta palabra ,
y
á lo que
sisrn ifica ;
y
de
aquí nace que nos hace
tan
poca icn pre–
sion ,
y
que no nos espanta como era
razon.
Hay infi er–
no ;
y
algunos de mis padres , de mis amigos
y
conocidos
e~ tán
al
resente sumergidos en aquellos e <> tanques de fue–
go ,
en aquel centro de todos los tormentos ; están con–
denado ,
y
saben que lo estarán por toda la ete rnidad.
Sería
necesario poder comprehender lo que es Dios ,
pa–
ra concebir qué tormento es el perderlo sin esp r nza de
recobrarlo. Esta pérdida nos mueve poco miéntras
vivi–
mos; pero se juzga muy de otro modo quando efecti va–
mente se palpa
y
se experimenta. Pen ar eternamente que
hubo un Redentor,
y
que yo quise aprovecharme
dd
pre–
cio de la redencion: Pensar con qué extr_emo me amó Je–
sucristo, y que yo no puedo
y,a
amar
á
Jesucristo, ni ser
jamas amado de Jesucristo :
O
cruel memoria
!
ó
suerte!
¡
ó
desventura incomprehensible!
Me he condenado , dice un réprobo, yo que tenia tan·
tas razones y tantos medios para ser del número de los
escogidos. Me he condenado yo que he sido tan dh tin–
guido sobre la tierra por mi nacimiento, por mis empleos
por mis riquezas, por mis talentos;
y
he áquí que e toy
confundido con todos los facinerosos, con la mas
vil,
y
mas infame canalla del universo : yo que fuí criado entre
delicias ,
y
que no gustaba sino del deleyte, estoy conde–
•nado para siempre
á
fuego eterno; todos los tormentos son
mi herel)cia,
y
el infierno es mi morada por toda la eter–
nidad.
O
Dios
!
¡
Y
pensamos tan poco en lo por venir!
¡
Y
nos dexamos encantar de
lo
presente
!
¡
Y
no pensa–
mos quál será nuestra suerte en
la
otra vida
!
. Pensar ete.rnamente en el bien infinito que se ha per–
dido , en los 111numerables males
en
que se ha caido
en
los medios fáciles
y
freqüentes que
se
tenían
para evitar-
los.