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66

AÑO

CHRISTIANO.

tienen tal subordinacion

a

u omnipotencia, que sin su vo–

luntad ninguna tient! licencia para dañar te? Pues si esto es

así, ·i Dios cuida dé ti, si Dios está en tu favor, por qué

temes los ma le

y

asechanzas que te pueden venir. de los

hombre

?

Además, que aun quando su poder no tuviese las

traba~

dich1s, qué males son los que los hombres pueden

acarrearte , quando agitados del furor

y

la venganza pro–

yecten tú perdicion

y

completa

ruina~

Todas sus ideas ja–

ma~

podrán tener otro objeto que tu vida

o

tu cuerpo. Es–

to es lo

ma~

precioso que posees: esto es lo que mas te in–

teresa, en que estés sujeto

a

la voluntad de otro hombre. Pe–

ro podrán, por ventura, hacerte algun daño en

d

alma~

Po–

drán impedir que los mismos desprecios

e

injurias que te ha·

cen los conviertas tú con la gracia de Dios en

tu

provecho

y

benefi cio? Podrán ellos hacer que de este sufrimiento no

te resulte una gloria eterna en el otro mundo,

y

que aun

en éste sea celebrada tu memoria con bendiciones

?

No , de

ninguna manera. Y aun quando el furor de tu enemigo, preo–

cupado por la ira , por la venganza ,

ó

por la supersticion,

aflixa tu cuerpo con tormentos,

y

llegue

a

quitarte la vi–

da, de ninguna manera podrá impedir que el omnipotente

Dios, por cuya gloria padeces, no te reintegre con muchas

ventaj

s

en los bienes perdidos,

y

ademas te pague con usu·

ras las obras hechas por

su

servicio. Dexa, pues, de te·

mer

a

los hombres si es que has de servir

a

Dios.

PU N TO SEGUN DO.

C

onsidera que aun quando tu propia conciencia te acu.–

sase de delitos' por los quales pudieses temer

a

los–

hombres, la fe

y

Ja religion te enseñan, que aun en ese

caso solo debe·s temer

a

Díos, que es el que está vien–

do siempre el secreto de los corazones,

y

el que pue–

de dane un ca tigo correspondiente

a

·tus excesos.

A

pénas ha

y

página en las sagradas E scrituras en que

~o

se recomi nde particularmente el santo temor de Dios.

A

é_i

e le

_a ~ ribuyen

tantos y tan maravillo os efectos en

la vida espiritual, que se le puede llamar el único secreto

para conseguir seguramente la salvacion. Pero basta so–

lamente para conocer todos estos bienes lo que

se

dice

en el cap Ít ulo

15

de los Proverbios:

Por et temor de

Dios se aparta

.todo ·hombre dil

mal.

En· estas palabras

va