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~AÑO
.CHRISTIANO.
ellas
a
p()quísima costa tuya. Ellas por sí .no pueden me–
recer gracia, por mas que clamen, ni por mas que pa–
dezcan, porque
ya
no están en estado de merecer.; pero
tú puedes merecersela
a
ellas. Una J'4isa, una limosna,.
una visita de Altares, una morcificacion, la menor buenzi,
obra que
ofr.CZC'JS
a
Dios por ellas para .su alivio ,, para
su refr igerio; todo esto:
a
tí
te cuesta muy; po<eo '
y a
ellas las vale rnucho.• Tendrás valor, tendrás. corazon
para negarselo? Cada
dfa
haces mas por un
extraño~
y
no querrás hacer
~sto
poquito por un amigo, por una ma–
dre, po r un padre?
·
Y no creas que el a1ivio que solicitares
él
aquellas
Animas benditas, sea poco provechoso para ·
tí.
Tén en....1 .
tendido que toda la caridad que tuvieres -con ellas;
la
tienes tambien contigo mismo. ·Sabiendo ellas bien
que
deben
a tus
oraciones el haberse ido
a
gozar quanto an–
tes de la Glo.Eia ., se olvidarán acaso de tí qúando esrén
bien informadas de todas tus necesidades, quando· sean
tan .poderosas c(>n Dios,
y
quando su caridad "sea mai
pura,
y
mas perfecta?
.
·
·
Fuera de que no te has de ver
tú.
algun dia en
d
mis.mpestado que ellas? _Piensas morir tan santo, tan
p.uro ,; tan perfecto, haber hecho tanta penitencia
p_Or
tus
ctI1pas, que no tengas
q.ue-satisfacer ·ea la otra
vida, ~
Y
que
fo
mismo será espirar , . que ser trasladado
a
la di–
cho')a mansion de los
Bien~
venturados? Ah , que son po–
quísimos los justos que se libran de pasar por el Purgato-.
rio
!
Pues qué c,onsuelo $erá . tener en el Cielo amigos,
y '
amigos que nos"ven e.n las mismas penas de donde noso–
tros lo$ sacamos
a
ellos? Siendo
podecos.ospar~ .
aliviar–
nos en ta;U gran necesidad , por el . crédjto-,
y
por el va–
limento que tendrán con Dios, cómo ·es verisímil que se
haga n
sordos
a
ñuestros gemidos? Cómo se han de mos-.
tr_as insensibles
a
nuestros ·tormentos? Y aquel gran Dios
de fas misericordias , que sabe muy bien la caridad que
wvimos con las Animas del
Purgatorio~
dexará de
apli~
,
carnos las buenas obras de nuestros parientes, de nues–
tros amigos,
y
l~s
oraciones de la Iglesia? Y mas quan- . .
do tantas
vec.esnQs a.segura en el Evangelio , que la mi–
sericordia se r.eserva para
~aquellos
que la hacen,
y
que
con la,
medi~a
con que midieremos , ·con e'sá seremos me':"
di-