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AÑO

CHRISTIANO.

que un arbol bueno produzca frutos

buenos ,

y

un ar.,..

bol malo produzca frutos malos. La muerte es eco de

la vida ; esto es, que corresponde perfectamente

a

ella;

ó ,

por decirlo de otra manera , aquello que fuere el

hombre en la vida , eso será en la muerte.

No sería grande extravagancia esperar que aquel que

nunca supo habla_r, mientras vivió , otra lengua que la

de su país , hable en la hora de la .muerte una lengua

extrangera? Toda la vida se ha hecho profesion de mun–

dano , de libertino, y de irreligioso ;

y

se

espera morir

como Christiano. Será ésta por ventura menor extra-

vagancia?

·

Si tal vez sucede que al gun pecador logre buena

muerte , no será una especie de milagro

?

No le tienen

por tal hasta los hombres mas relaxados

~

Y

qué consue–

lo, Dios mio, el no poderse uno salvar, sino que sea por

milagro! Los disolutos no debeñ .contar sobre este géne–

ro de milagros para conseguir

su·

salvc;icion, mas

qtJe

lo

que pueden contar _los enfermos sobre las curaciones mila-

grosas para lograr su salud.

.

Es necesario morir. Terrible sentencia

!

P~ro

ya

1 ~stá

pronunciada,

y

es irrevocable. Es necesario morir.

9,

qué

palabra tan espantosa para un hombre que

jamás·

ha

pensado en

l~

muerte ; que toda la vid_a

ba

tenid'.9

l 1ór-–

ror de pensar en ella ; y que solo el acordarse"

de ·ella

le servia de intolerable suplicio

!

Qué turbacion , que

desorden no causan en el alma de un pecador los crue–

les remordimientos que brotán al

o~r

esta"palabra

!

por–

que entonces es quando se siente todo su a·margór , quan–

do se penetra todo su senti4o. .

Es necesario morir. Es decir ., es necesario dexar los

bienes, la casa, los empleos , los amigos; es. necesario

despedirse para siepipre de todcrs Jos gustos de esta vi–

da; es necesario · ir

a

comparecer ante el tribunal de

Dios para darle cuenta de los deséos, y de las acciones.

Quántas cosas se han de dexar

~

Quántas se han de llo–

rar

~

Quántas se han de disponer

~

Quántas se han de re–

zelar

~

Y para todo esto no resta

m~s

que un momen–

to de tiempo. El proceso ya está.. formado;

y

dentr,o de

nuestra misma conciencia están las pn1eoas perentorias

de todos los hechos. Dios

_irritado ., .

está

~

punt9 de pro-

nun-