•
DEVOTOS.
57
bian sido ya e terrados ; predica en Saxúma , en Dia III.
Ekandono, en Firando, en Amangúchi, se hace mo-
zo de
spuela de un Caballero , para ir
á
Macáo;
anuncia el Evangelio en el Reyno de Bongo , y en
otras partes , en donde convierte millares de Pa-
ganos; y en menos de un afio hace florecer en el
Japón la Religion Christiana. Habiendo convertido
Xavier todos estos Reynos, insaciable todavía de·
conversiones, busca nuevos países, donde hacer nue-
vas conquistas.Habiendose embar·cado para volverá
la India, una de las borrascas mas furiosas desarboló
la
embarcacion, la que á cada momento se veía en
peligro de naufragar; la sola presencia de Xavier
infundia seguridad en los soldados y marineros; mas
un accidente que sobrevino, introduxo la consterna..:
cion en el navío. Había cinco Portugueses con diez
Japones en la chalupa que iba detrás , y que ha-
bían amarrado al navio con gruesos cables; pero ha–
biendose embravecido el viento durante la noche,
la
violencia
de las olas rompió los cables, y
la
chalupa
era llevada al arbitrio de las olas , que se levantaban
como montañas. Todos creyeron que los cinco hom-
bres hubiesen perecido,y que la chalupa hubiese sido,
ó
estrellada
ó
traga<la por las olas. ElCapitanEduar-
do de Gama, amigo del Santo, estaba inconsolable-,
por haber perdido á su sobrino; y los otros sen tian
igualmente
la
pérdida de sus compañeros, quando
San Xavier, saliendo de su oracion,
y
encarandose
·con Gama , le dixo con un rostro risueño : No os
afHjais, hermano; antes de tres dias vendrá
Ia
hija
á
encontrará su madre. Bien se comprehendió lo que
queria decir el Santo , mas
la
cosa parecía tan poco
Pº"'