DEVOTOS.
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desviado un poco para ponerse fuera de tiro del ca- Dia IIL
ñon de la fortaleza, quando
la
Almiranta de esta pe-
queña tropa se abrió por
medio
,
y
se hundió re–
pentinamente, sin que se pudiese salvar otra cosa,
q.ueel equipage. Xavier estaba diciendo Misa en la
Iglesia de nuestra Señora del Monte, quando le vi-
nieron
á
dar notiéia de esta triste aventura; hizo
señal al criado del Gobernador, que se retirára,
·y
cogiendole despues de la Misa , le dixo : Ve
á
decir
á
tu amo, que la pérdida de un baxél no debe desa–
nimarnos ; vete ,
y
confia ; porque esa peqtleña
flota está baxo la proteccion de la Santísima Vir-
gen. Se pasó cerca de un mes sin que hubiese nue.:..
vas de las dos Esquadras; quando el Padre, predican·
do un dia en la Iglesia mayor de Maláca
á
las diez
de la mañana, al mismo tiempo que las dos flotas
estaban en el combate ,
á
mas de cien leguas de Ma-·
láca, se paró de repente , como fuera de sí mism ;
luego volviendose ácia el Crucifixo con las lágrimas··
en los ojos , y los suspiros en la boca, exclamó:
¡Oh buen Jesus! Dios de mi alma, Padre de miseri-
cordia, yo os suplico humildemente por los meritos
de vuestra sagradaPasion, que no abandoneis
á°
vues..
tros soldados. Acabadas estas palabras, baxó la ca-
beza, recostandose sobre
la
silla, sin decir palabra;
despues levantandose de pronto , dixo en voz alta
con un transporte de gozo, que no pudo contener:
Hermanos mios, Jesu-Christo ha vencido por noso...
tros. En este misrpo instante acaban los soldados de
su
santo nombre de derr0tar la armada de los enemi.. -
gos, en los que hacen una gran matanza ; nosotros
¡olo
hemos perdido quatro de los nuestros; el Vier...
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