DEVOTOS.
483
debemos hacer penitencia ; el establo, las lágrimas, D ia XXV.
los pobres panales nos predican la misma virtud. To..
do predica en el Nacimiento del Salvador; todo es
instruccion, todo leccion, y todo nos dice que en qual..
quiera condicion que háyamos nacido, en qualquier
estado que vivamos, sea vil
ó
eminente el puesto que
ocupamos en el mundo,
es
Necesario que nuestro co-
razon esté desprendido de los bienes y de los pla-
céres de esta vida; es necesario que seamos hum"ildes,
penitentes, mortificados, si queremos que el N aci-
miento del Salvador nos sea útil , si queremos tener
parte en la Redencion.
La fiesta de la Natividad del Salvador , que ha
sido en todos tiempos de las mas solemnes de
la
Igle–
sia; el Adviento que la precede, y que por muchos si–
glos fue un tiempo de ayuno , como lo
es
aún aho–
ra para muchas Comunidades religiosas ; las oracio–
nes y la solemnidad de los ocho días ultimas de Ad–
viento , las tres Misas que cada Sacerdote dice en
este dia, todo esto denota la celebridad de la Fies–
ta. En todos tiempos se .ha celebrado el dia del
nacimiento de los Príncipf-s, en todas las Cortes ,
y
entre todos los pueblos.
~El
día felíz del N aci–
miento del Saivador delmundo podía celebrarse me–
·nos entre todos los
fieles~
Esta consideracion ha he-
cho que la Iglesia, viendose precisada
á
prohibir
todas las vigilias que estaban en uso, haya dexado
la
de Navidad
á
causa de la celebridad del día. La
tradicion desde los Apóstoles hasta nosotros, ha fixa–
do siempre la célebre época de este Nacimiento al día
25
de Diciembre; y. la Iglesia ha querido contar
el ano de la Redencion por el dia de Navidad; y so-
.
Hh2
bre