DEVOTOS.
•
do una
multitud de Espíritus celestiales
se oyó
can-
Dia XXV.
tar las alabanzas de su Señor
y
su
Dios :
Gloria
á
Dios en lo mas alto de los Cielos
,
decian,
y
en la tier...,
rapaz
á
los hombres de buena voluntad
y
de corazon
reao.
El Salvador que acaba de nacer, trae
y
procu...
ra infundir la una
y
la otra.
Advertid, dicen los Santos Padres, que Dios no
hace anunciar el Nacimiento de su Hijo
á
los sábios,
ni
á
los ricos de Belén; porque la soberbia, la ava–
ricia, el placér , son grandes embarazos para irá ado..
rar á un Dios pobre , humilde,
y
entre penas. Los
primeros
á
quienes es anunciado Jesu-Christo, son
los Pastores , hombres pobres, humildes, trabajado–
res; porque son los
mas
capáces de entrar por medio
de la sencilléz en los Misterios de la Religion.
~Pero
qué s..eñales les dan
á
estas pobres gentes de la divi–
nidad de este Niño,
y
de la verdad del
Mesías~
Los
pañales en que está envuelto, el pesebre donde está
reclinado
y
el establo.
i
Son estas las sefiales por las
que se debe venir en conocimiento de la Suprema
Magestad de un
Dios~
no por cierto ; pero
á
estas
señales de pobreza
y
de anonadamiento , se viene en
conocimiento de un Dios Salvador, que viene
á
li–
brar
á
los hombres de la esclavitud del pecad'O ,
y
de la tiranía de las pasiones. ¡Pero qué gloria la que
le resulta
á
Dios de este Nacimiento! La Encarna–
cion es la obra grande de Dios ; todas las divinas
perfecciones, el poder, la sabiduría, la bondad, la
justicia , la misericordia resplandecen en ella de un
modo el mas excelente. Jesu-Christo vi.,ne
á
recon–
ciliar el mundo con su. Padre ,
á
destruir el pecado,
á
domar al demonio,
á
sujetar la carne al espíritu,
Hh
á