EXERCICIO-S
Diciembre.
casa púb1icamente con ella sin reparar en
que
era
Presbítero. Calvino, aunque
1
habia sido Cura, ape–
nas se hizo cabeza de partido , quando busca muge.I!'
y se casa con
Idle~a
de Bura, viuda de Juan Sterder..
Discúrrase por todas las seétas) o se hallará una de
que la virginidad no esté pr0s ripta. Por mas que Je–
su-Christo nos dé una tan alta idea de esta admirable·
vir tud, por mas que San Pablo haga tan bello elo–
gios de ella, por mas que
la
acof.lseje como lo
ma·s
pe r~
B:o que ha
y ;
sl:ls entimientos sobre este punt0
de perfeccion jamás fueron del gusto de los
hereges~
Lo mismo es sepafar se de la Iglesia de Jesu-Christo;
que venir
á
ser esclavos de las mas vergonzosas de
las.
pasiones. La castidad es un don de Dios ;
y
se pue–
de decir que este don es propio
y
privati o de
los
erdaderos siervos de Jesu-Chri.sto.
y
de su
Iglesia~
·y
así no debe pasmarnQs el qye las seétas cismáticas
,sean priva-das de él; ellas pueden imitar muchas otras
vir tudes de los verdaderos fieles; penitencias, auste–
ridades, ingenuidad, buena fe, modestia, paciencia,
y
aún caridad; e encuentra
hasta
en los M.ahome–
tanos algupa semejanza de estas virtudes, se
exerci–
tan en ellas ,
y
producen sus aétos; pero de la cas–
tidad ignoran hasta el nombre; esta virtud no.
es
me–
nos desconocida de los hereges. La expresion sola de
que se sirve aqui el Apóstol, da bastante á conocer
que el matrimonio es un verdadero yugo ,
y
una
es–
pecie de cautiverio. ¡Buen Dios, qué caro cuestan.
las dulzuras que en él se prometen! ¡quántas penas,
quántos disgustos , quántas sospechas , quántas
pesa~
<lumbres secretas, quántas cruees invisibles; pero pe-–
sadas
y
ciertas,
que
ia
prudencia hace
que
se oc11l-
ten;.