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EXERCICIOS
Diciembre.
tran en el camino de la virtud, tienen todas las
pun–
tas embotadas , si no punzan, si ciertamente son mas
abundantes en todo otro estado , donde sin duda pun..
zan mucho mas , si la estrechéz del camino les dexa
á
todos un espacio bastante ancho
y
acomodado ,
y
si todos los monstruos que se encuentran en la
re~
gion de la irtud, no son sino unos fantasmas
que
lo mismo es acercarse
á
ellos, que desaparecer; ¡qué
pesar, qué desesperacion algun dia la de esas perso–
nas cobardes, que estiman
y
aún aman la virtud· pe–
ro
que se alexan de ella, porque temen encontrarla
rodeada de dificultades,
y
no dispensando sino pe–
nas
á
los
que
la
abrazan!
PUNTO SEGUNDO.
C
onsidera 'que todas nuestras turbaciones' todas
nuestras inquietudes, todas nuestras amarguras,
todos nuestros pesares, durante esta vida, no
ienen
sino de nuestras pasiones; ellas son los enemigos de
nuestro reposo
y
de nuestra salvacion,
y
el origen
fa ..
tál de nuestros disgustos. Con la práética de la vir–
tud si las pasiones no se destruyen de todo punto ,
á
lo menos se dorµan; lo que todavía es mas agrada–
ble
y
mas dulce. Un Leon dócil, unos Elefantes que
pelean por tí , que respetan al que los ha amansa–
do ,
y
que le ir ven de guardia
y
de defensa ; he aqui
lo que la virtud hace de las pasiones.
t,
Queda toda-
í una raíz, una fibra de sob rbia
~
se sirve de ella
para m nospreciar al mundo.
t,
Se ienten todavía al–
gunos movimientos de
ira~
se sirye de ellos para exer..
citar con gusto contra sí todos los rigores de la
p~-
m-