DEVOTOS.
MEDIT
ACION·
- Dia XI.
DE LAS MALAS COMPAÑIAS.
P U N T-O P R I M E R O.
C
Onsidera,que las
rrial~s comp~ñias
son el famoso
escollo, en que la virtud , aun la mas robusta,
padece un triste naufragio ; son estas unos Emisarios
del enemigo de la salvacion, q e disfrazandose,
y
por
medio de mil ar-tificios engañan á-los sierv'os deDios,y
los pervierten. Pocas personas dexan de caer en los la–
zos que les onen; para evitar el úesgo, no hay ·otro
medio que la huída-.'Si no se rompe-con
esno~
per.nieio..
sos· amigos ', si
~o
se 'huye.'prontafuente _deQás n<Jalas
compa ñfas,~i1o1layv'iftud
qüé1p1léda resistirá la seauc..
cion. Y ciertamente, si hay que elegir un amigo,
z,
no
debe se_r
és~run
hombre de
bien~
Un.eompañero liber–
tino es siémpre fiu
1
estro
inayor~enetnigo.
Im·ita.mos
fá–
cilmente á los que tratamos con
freqüem~ia' ;
con esta
funesta difereneia,que
el
vicio
ha~e
siempre mas con–
quistas q1:1e la virtud. El mal exemplo es mucho mas
poderoso pita pervertirá fas personas virtuosas, que
el buen exemplo para convertír-á los pecadores. Pas–
ma
que
no nos deshagamos de las malas compañiás-;
sabiendo qve
jamás nos
retii"ainos
qe
ellas
sino me–
nos
inoc~ntes.
Si
es preciso tomar 'un consejo , si es
menester confiar un depósito considerable, 'Si es me–
nester fiar un secreto
importante ~
se elige siempre
un
hombre de una probidad conocida. ¿,Se echaria mano
de alguno de aquellos , que se sabe tienen una con–
duéta
poco
christiana~
iNos dirigiríamos
á
un com..
pa-