DEVOTOS.
:u
Santo Pastor
y
su Padre. El mism0 dia se vió lle- Día
J.
gar
á
la Ciudad la Reyna Santa Batilde con los Prín-
cipes sus hijos y con todos los Grandes de la Corte,
que habían partido de París
á
la primera nueva de
su enfermedad. Habiéndose postrado la piadosa
Reyna
á
los
pies
de nuestro Santo para besarlos,
e1o11
pezó
á
sangrar por las.naríces en abundancia. La
Reyna hizo recoger esta sangre en
pañuelo~
para
conservarlos preciosamente. Tenia grandes deseos
de hacer llevar
á
París el santo Cuerpo ; pero se
experimentó tan pesado, que no fue posible mover-
le
de su lugar;
lo
que hizo conocer que Dios que-
ría que esta piadosa Reliquia se quedase en su Ca–
tedral. Las exequias que se le hicieron fueron mag–
níficas ;
y
su culto es desde entonees muy célebre
en
N
oyon ,
y
en otras partes.
La Misa de este Santo es la que se dice ordinaria–
mente
á
honra de los Confesores Pontífices,
y
la
Oracion de la Misa es la siguiente:
E
Xáudi, qutesumus
Dómine
,
preces
nostras, quas in beáti
Elígii Confessóris tui
at~
que
Pontíficis s;olemnitd–
te deférimus
~
&
qui ti-
,,
old
,
Señor,
las
su–
.,,
plicas que os ofre..
,, cernos en la .fiesta de
:.};vuestro Confesor yPon..
'
hi
dign~
méruit f arJJu/J..
ri,
ejus intercedéntibus
méritis
,
ab
ómnibus nos
absólve peccdtis.Per Dó-.
minum _nostrum :Jesum
Christum, &c.
"tífice
San Eloy ;
y
co–
"mo él os sirvió digna–
,,mente, libradnos así de
,, todos nuestros _peca-
,, dos