DEVOTOS.
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muchos. Fundó tambien algunos otros en el Lemo-
:Pia
I.
sin.
Y
habién~ole
dado el Rey una bella c;asa enP,a–
rís,hizo de ella
un
célebre Monasterio de Doncellas;
baxo la invocacion de San Marcial , en donde puso
hasta trescientas Religiosas baxo
la
conduéta de San1
.ta Aura. Para la comodidad de este gragde
Monas~
terio se necesitaba .de una pequeña plaza, que era
del patrimonio Real ; se la pidió al Rey, y la con:_
siguió sobre el plan que babia presentado
á
su Ma–
gestad; pero advirtiendo d,espues, que en la medi-
da de la tierra babia habido un pie de travacuenta,
lo sintió tanto, que arrojándose
á
los pies del Rey,
ofreció expiar su falta con el sacrificio de su vida.
Esta delicadeza de conciencia pasmó
á
toda la Cor-
te ; y el Rey tuvo razon de decir, que la fidelidad
de los que sirven
á
Jesu-Christo es el mas sevér,o
Fiscal de la mala
fo
de las gentes del mundo. Nues-
tro Santo hizo otras muchas fundaciones piadosas;
hizo edificar en París la Iglesia de San Pablo , la
qual es el día de hoy una de las mas considerables
Parroquias de la Capital.
Como nuestro ·Santo tenia tal estimacion y tan–
ta inclinac-ion
á
la vida religiosa , su casa era
el
hospedage ordi'llario de los Religiosos forasteros ,
los que encontraban en él un perfeéto modélo de·
.La
vida mas penitente y mas regular. El Rey tenia tan..
ta confianza en su virtud
y
en su capacidad, que
le envió por Embaxador
al
Conde de Bretaña para
terminar algunas diferencias que había entre las dos
Cortes. Todo su viage fue una série contfoua de
1
li..
rnosnas
y
de buenas obras.
Su
Em&axada tuvo el fe–
líz éxito que se
babia deseado.
~os
aplausos
que
re-
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