DEVOTOS.
Jerusalén, para celebrar la fiesta de Pentecóstes; es
DE PENTE–
probable fuese la que celebraban ya los Christianos,
CÓSTES.
porque no se ve que los Apóstoles celebrasen las
fie stas de los Judíos.
No hubo jamás analogía mas perfeél:a entre
la
figura
y
la realidad, que la que se encuentra entre la
fi esta de Pentecóstes de los Judíos ,
y
la de los
Chriscianos. La primera
fue
prescripta el
dia cin–
qüenta despuesde la ceremonia de
la
Pasqua
; ú
del
Cordero Pasqual. La publicacion de la Ley de Dios
hecha sobre el monte Sínai el dia cinqüenta, al
rui–
do
de truenos
y
relámpagos
y
de trompetas, era
segun los Padres, el objeto principal de la Pentecós–
tes J udáyca ;
y
la publicacion de la Ley nueva da–
da
á
los Apóstoles por el Espíritu de verdad des•
pues del mismo número
de
dias,al ruido de un vien–
.to impetuoso, en el resplandor deslumbrador de una
exhalacion inflamada , hace el principal objeto de la
Pentecóstes
de
los Christianos. San Agustin prueba
por la misma Escritura que el dia de Pentecóstes,
es decir, el cinqüenta despues de Pasqu::i, fue el dia
en
que le fue dada
á
Moysés la Ley de Dios
en el
m·onte SínaJ.
Y
el dia de
Pe~tecóstes
se cumplió
la
promesa que Dios babia hecho en otro tiempo por
el
Profeta Jeremías, quando le dixo que les darÍa
una
nueva Ley mucho mas perfeél:a que la primera,
que tantas veces habian quebrantado :
Fériam dó–
mui lsraé'J,
&
dómui
J11da
frEdus
no1mm;
non se–
cúndum pa fl um quod pépigi cum P átribus eórum,
paf1um quod Írritum fecérunt .
La
nueva alianza
qne
haré con la casa de Israél, quando haya llegado es..
te tiempo, no
se~á
como
la que hice en
Jo
antiguo.
No