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D E V OTO S.
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mal. La lengua no solo da á conocer de qué país
DE LA
As–
es uno, sino tambien qué vicio tiene. Jamás se te
CENSION. ·
oye hablar sino de bagatelas , de pasatiempos, de
·composturas, de negocios del mundo; es que tu
corazon está lleno del amor del siglo. Llénale del
amor de Dios ; harásle con esto rico de los verda-
deros tesoros. No cuesta trabajo el hablar de Dios,
el oír hablar de Dios quando se ama
á
Dios. Un
corazon lleno del mundo ,
y
ocupado de deseos ter-
renos , se agota bien presto
y
se seca , quando se
habla de Dios.
J
,
El Evangelio es del cap.
15,y.1
6.
de S. Juan.
I
N/itto
.témpor~, ~ixit
Jesru discípi:tis s'uis:
~u~
venertt P aracl1tus, quem ego mrttarn vobrs a
p
atre spíritum veritátis' qui
a
p
atre procédit' ille
testimónium perhibéhit de me. Et vos
tes~imónium
perhibébitis, quia ab inítio mecum estis. Hcec locutu.s
.mm vohis,
itt
non scandalizémini. Absque synagó–
gis
f
ácimt vos: sed venit hora, ut omnis, qui imér–
ficit vos, arbitrétttr ohséquiur¡i se prcestare Deo,
&
hcec
f
ácient vobis, quia non novérunt
f'
atrem
,
ne–
que me. Sed htCc !ocútus sum -vobis, ut cum 'Vénerit
hora eorum,
reminiscátnimi
'J.11Í4
ego
dixi
1JObi.f.
'
)
S.z
ME-