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EXERCICIOS
~I. Do~.
divino Esposo,, estuvieron visiblemente con él; por
eso
la
Iglesia pasa todo este tiempo
en
un
santo
go-
, zo,
y
en -
iufa
alegría espirimal.
, .
El lnt róito de la Misa de este dia empieza por
estas palabras tan llenas de _consuelo del Salmo 3
2:
Misericórdia
l'.Bómini
plen,a ést
·
úrra' ,
·
allétúid;
'.verho
Dó'tnlnf
C'teti-.firmáti
:Juni,
aJtetúia, atldúia.
11a
tierra
est~
toda ·rrena
ae
los' efefros de
la
mise–
ricordia de Dios; alabémosle, -porque derrama so·
bre nosotros con tanta abundancia los tesoros de su
~isericordia. '
Oon rsbiiiuna
pal~bra
pródujó
los Cie–
los; en favor ·nue
1
stro hi'zo este estup'en<l:o milagr:o;
y
estos Cíelos anunciah
á
gritos, 'tanto 'su poder,
como
su
bondad para con nosotros. No cesémos,
pues , de
bendecid~,
y
de ca-ntar
sin
cesar sus ala·
banzas:
Ex1Jltáté jµstf
,in
Dómino:
re&os decet
tolfaudátio
t
Justos , celebrad eón alegría la glorfa
del Señor; en ninguna boca parecen mejor que
en
Ja
vuestra sus alabanzas. Despues de haber ensalz_a–
do David en el Salmo
31 ,
la ·dicha de los que
vi~
iren en
la
inocencia, exb'orta en éste
á
los justos
á
alabar
al
Señor ;
y
le~J.bministra
'mil
motivos para
hacerlo así, en el po r
y
sabiduría de Dfos,
y
so–
bre todo en su misericordia , la que
hace
admirar
en
toqas sus obras.
La
Epístola que se lee
en
la Misa de este
dia,
se
tomó de la primera carta de San Pedro. en
la
que
se nos propone
la
paciencia
y
mansedumbre de
J
csu~
€ ·hristo , como modélo
de
la que- debemos
tener
nosotrbs en todos los accidentes·adversos de esta vi–
cla:
Ningun~ co~a
mas propia
y
mas eficáz p ara ins-
- pirarnos esta
pac~ncia
y_
mansedumbre , que el
exem-