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· DEVOTOS.
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nariamente
un
Superinten'dente •é Inspeél:ot';
y
ex-·
PESilUES DE
presa el soberano dominio de Jesu-Cbri sto, mas
PASQUA .
bien que la palabra
P:~ srór,
la qua! es un término
de 9enignidad
y
de
ternura~
A ivjsra de un tan gran
exemplo, no hay quien no deba confundirse, co-
tejando1su inocencia; sus adversidades'>
1
sus penas,
con la inocencia,
la
cruz
y
los tormentos <le J esu-
Christo. ·
Es fácil
de
advertir _la correspondencia del
Evangelio de
la
Misa del dia con
l~
Epístola. El
Salv.'.ldor , despues de haber hecho el verdadero
retrato de los Sacerdotes, de los Doél:ores de
la
Ley,
de los
F
ariséos, hac_iendo
el
de los mercenarios
y
malos Pastores, que huyen viendo venir
el
lobo,
y
que
en
lugar
de apacentar las ovejas '
la~
degüellan
para comérselas; hace aqui el suyo con los mas
vi–
vos colores.
Ego sumPastor hqnus,
dice: Yo soy el
buen Pastór;
y
lo prueba de un modo que no ciene ·
réplica. El buen Pastór, dice el Señor, ama tanto
á
sus ovejas, que no solo las lleva
á
apacentar
á
los
pastos mas seleél:os
y
abundantes; no solo vela sin
cesar sobre el rebaño, para ue ninguna oveja se
le
vaya, para que el lobo no
tromer-a ; no solo es–
torba el que se descarríen quando van al campo; si–
no que si una sola
se
extravía, dexa
el
rebaño para
ir á buscará la que se ha perdido;
y
habiendola
en–
contrado, la carga sobre sus hombros,
y
la
vuelve
al
redíl. Ni se contenta con esto el cuidado
y
la ter–
nura
del
buen Pastór; pasa
á
dar su vida
por
sus
ovejas.Juzgad si perdonará
á
cuidados
y
pen:is.
Pero
añade,
que
el mercenario,
el
que
no
es
el
Pas tór,
y
á
quien
las ovejas no pertenecen, viendo venir el lo-
H
3
•
bo,