DIA IV.
79
rales : quien se contenta con una resolucion general de
hacerlo todo , regularmente nada hace. Lee la vida de
algun Santo : admira sus virtudes , sus piadosas indus–
trias , sus penitencias ; pero de
todas aquellas mara..:
villosas acciones. entresaca dos , .
ó
tres. hechos. que sir–
van
á
tu imitacion.
Aquí
eL
generoso perdon de una in–
juria ; allá el cxercicio conti nuo de padencia : en éste una
paz inalterable ; en aquel ciertos actos de ·mortificacion
usuales y ordil arios , ciertas devociones particulares ,
y
fá–
ciles ;
y
desde
ste misn1o dia aplícate
á
practicar las qne
escogieres : Pero no basta esto : en haviendo escogido al–
guna virtud , alguna devocion particular para i_mitarla , im–
plora por medio de al'guna breve oracion (
y
ninguna es
mas eficaz que la del dia) la proteccion del Santo , ó de
la Santa que tomas por modelo : siendo ésta una prueba
de la sinceridad de. tu deseo ,
que oun
·,1
se queda sin fruto.
D 1 A
Q
U 1 N T O.
C8
San Vicente Perrer
,
Confesor.
. San Vicente Ferrer, tan ·célebre en toda la universal
Iglesia,
y
uno de los
mayor.esornamentos del Orden de
Predicadores, nació e
n· Valencia de España el año de
1357.
de una familia muy aJ1tigua , pero no ménos acreditada
por su piedad ,.y por su caridad con los pobres , que por
el esplendor de su nobleza.
Ennó- en el mundo. nuestro Santo enriq 1ecido con tatt
noble natural,
y
ado.rnado de tan bellas inclinaciones,
que
fué su infancia un como preludio de aquel admirable zelo,
y
de
aq~1ella
eminente santidad , que hasta el día de hoy
forman
su. mas-expresivo carácte.r. Desde fuego fuét:on los po-
•bres el objeto de su inclfnacion, y de sus cariños. No
ro.–
di:m dar al nií1o Vicente mayor gusto , que encomen–
darle repartiese
por
su tiernecita ·mano la limosna. Los
jtJe:gog con los otros niños de su edad er.1n siempre , sobre
cosas de devocion :. y todos. sus. entretenií11ientos se redu-
ci'an